Mila Ximénez ha pasado sola las navidades, posiblemente las más tristes en mucho tiempo para ella tras un año muy difícil. Tanto por su enfermedad como por la pandemia, Mila está pasándolo mal, como muchísimos españoles que viven con el miedo en el cuerpo ante el virus y sabiendo que en cualquier momento te puede tocar. Más en su caso, con su organismo debilitado por el cáncer. Tal es su estado de ánimo que incluso se ha planteado dejar Sálvame.
Así lo ha reconocido en su blog para la revista Lecturas, donde ha manifestado que tiene sentimientos encontrados al respecto: "Me planteo dejar mi trabajo, pero, los días que voy, vuelvo a casa con una de esas sonrisas que tanto me cuesta sacar en mi encierro".
La colaboradora de Sálvame ha expresado esto en medio de una carta abierta en la que ha puesto sobre la mesa cómo ha pasado la Navidad más difícil de su vida.
"Esta semana de Navidad he conseguido que sea una semana más. O eso creo. Con una excepción. He tenido cenas virtuales y el frigorífico más lleno que en los últimos meses, gracias a mis niñas Cristina y Terelu. No he podido estar con nadie, pero mis amigos han estado ahí sentados en mi mesa de forma corpórea sin hacer ruido, y trayéndome todo lo que tenían en las suyas. Y a pesar de haber apagado el teléfono para no agobiarlos con tonos tristes, han estado ahí pendientes de que en algún momento quisiera abrirles".
"Quiero decirles a mis amigos que no los he abandonado este tiempo. Solo que he preferido quedarme con la última conversación, que, aunque no la recuerde, seguro que fue sin hablar de miedos. Quiero irme a vivir al campo con Ova. Y también oír el ruido de una ciudad libre y abarrotada", cuenta la colaboradora.
Sus navidades más tristes
Han sido unas navidades en las que ha echado de menos a su hija y a sus nietos y en las que ha llorado mucho por sus ausencias: "He jugado a ver fotos de mis nietos en años anteriores y visualizándolos el próximo en una continua montaña rusa de regalos y abrazos. He llorado mucho, por lo que no disfruto. Y he dado gracias por lo que me permiten disfrutar. He echado de menos con la negritud más absoluta de la ausencia. Y he recordado a todos aquellos que forman parte de mi vida y siguen estando ahí, esperando en el andén perpetuo de cualquier tren que quiera tomar. (...). Echo desesperadamente de menos a mi familia. Pero los tengo más cerca que nunca, aunque el vacío de la distancia sigue ahí y es difícil llenarlo".
"Me ha herido el silencio de estas fechas. Y he disfrutado el ruido de los que se han encontrado. He dormido sin querer despertarme. Y me he despertado con ganas de seguir viviendo. He intentado no oír noticias que me alejaran de la esperanza. Y me he balanceado en la esperanza para ignorar un futuro que aún no me da respuestas. Muero por pasear por algún bosque solitario en Amsterdam. Y por pasear entre la multitud por la Gran Vía, sin miedo a nada", ha narrado.
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También ha tenido tiempo, además, para recordar: "He recordado a mi madre cada mañana trayéndome un zumo de naranja a la cama, y a mi padre, sentado en la mesa camilla del salón revisando la lotería de Navidad. He echado de menos el despertador para avisarme de que Victoria y Alexander se estaban despertando para abrir sus regalos de Santa Claus. Todos hablamos de despedir esta mierda de año. Yo no sé aún cómo lo haré, solo espero que con la esperanza de creer que el próximo será mejor".
Mila Ximénez, de este modo, ha pasado una Navidad muy triste y dolorosa, como muchos otros españoles que han tenido que vivir en soledad una de las épocas en teoría más especiales y familiares del año. Veremos qué depara el 2021 para ella y para todos...