El inicio de la pandemia en nuestro país fue una de las épocas más duras que se recuerdan: el confinamiento provocó que muchas personas sin apenas recursos y que sobrevivían en la calle tuvieran que salir adelante sin nada, por lo que rápidamente se pusieron en marcha planes especiales y avanzados por parte de las Comunidades Autónomas con el objetivo de ayudar a estos españoles que estaban en el límite de la pobreza o bien no tenían nada ni nadie que les pudiera ayudar.
Díaz Ayuso fue una de las más criticadas por su gestión de estos menús en la Asamblea de Madrid, donde la oposición se sumó a las críticas de los nutricionistas, que alegaban que los menús ofrecidos a los españoles que menos tenían necesitaban un mayor equilibrio dietético. La Comunidad había contratado los servicios de Telepizza, Viena Capellanes y Rodilla con el objetivo de alimentar a todas las personas que más lo necesitaran.
Este hecho levantó la indignación en la oposición por el simple hecho de que ellos no lo estaban haciendo, así que lanzaron mil y una críticas hacia la presidenta de la Comunidad, que no tuvo reparos en defenderse en la Asamblea. Las empresas contratadas, según Isabel Díaz Ayuso, además de ofrecer sus productos clásicos una sola vez por semana, también eran conscientes de la salud de las personas a las que iban destinados estos menús, especialmente niños pequeños cuyos padres disfrutaban de una beca comedor. De este modo, ofrecían productos como legumbres, verduras y sándwiches el resto de la semana, para mantener un equilibrio en la dieta de los pequeños beneficiados por esta iniciativa de Isabel Díaz Ayuso.
De este modo, las empresas contratadas por la Comunidad también ofrecían menús equilibrados, pero este hecho quedó oculto entre el mar de críticas de la oposición y la ultraizquierda, que buscaba desestabilizar y derrocar a Ayuso a toda costa. El asunto de las pizzas, ofrecidas solo una vez a la semana, fue el más candente, lo que provocó que la propia presidenta tuviera que pronunciarse con estas claras palabras en la Asamblea de Madrid: "Seguramente a ustedes no les guste y no se las hayan comido en la vida pero a los ciudadanos y a los niños... Juraría que al cien por cien de los niños les encanta".
Isabel Díaz Ayuso defendió su gestión y la contratación de estas tres empresas para poder alimentar a los niños de la Comunidad que habían perdido sus becas comedor con la pandemia: "Los niños que están en sus casas confinados, y hartos de estar ahí, tengan que aguantar los menús que le podrían poner sus señorías de Podemos, que a lo mejor son los de Venezuela, que es nada".
Además, la presidenta no dudó en resaltar el carácter urgente de esta iniciativa, destinada a unas familias que no tenían prácticamente nada con lo que alimentar a sus hijos en uno de los momentos más duros de la historia de nuestro país: "Para ustedes será basura, para esos padres no era basura. Cuando hablan de esa manera, no me ofenden a mí, les ofenden a ellos". El éxito de Ayuso había calado demasiado hondo en la oposición y en la ultraizquierda, que no podían permitir a la presidenta de la Comunidad de Madrid ayudar a los españoles que menos tenían con tanta impunidad y sin ser criticada ni atacada por nadie.