China consolidará una conurbación, de 120 millones de habitantes, que englobará Pekín, la ciudad portuaria de Tianjin y Hebei, la provincia que las abraza.
La megaciudad se conoce como Jingjinji y tendrá casi la mitad de extensión de España. Era un viejo anhelo chino que el presidente, Xi Jinping, aceleró en 2015.
Esta gran ciudad nace de la idea de 'adelgazar' Pekín, una ciudad de 22 millones de habitantes muy cargada de contaminación, tráfico y burbujas inmobiliarias.
Pekín conservará los ministerios nacionales y las industrias esenciales y estratégicas mientras que el resto lo repartirá por esta nueva megaciudad.
El objetivo principal que se marca China es que Jingjinji rivalice con Silicon Valley como motor tecnológico global a corto o medio plazo.
Los bancos estatales han recibido órdenes de priorizar esta iniciativa para que tenga éxito y se han construido carreteras e infraestructuras varias.
Megaciudades
Las megaregiones o clusters buscan la unión económica y política de ciudades cercanas para fomentar las sinergias y eliminar la competitividad.
Pekín destinó el pasado año 36.000 millones de dólares adicionales para estirar la red de alta velocidad y mejorar las conexiones con ciudades cercanas. A las cinco líneas actuales se sumarán 12 en 2020 y otras nueve en 2030.