Anoche tocaba conjura. Una de esas conjuras que en el pasado condujeron a la Undécima, a la Duodécima y a la Decimotercera. La Decimocuarta está en juego y el Real Madrid parece que por fin se ha reencontrado a sí mismo para abordar el gran objetico de la temporada, la Champions League. Sin las dudas que le han atenezado hasta hace bien poco.
Por eso, porque el objetivo seduce a todos, Sergio Ramos, maestro del arte escénico, ha organizado un encuentro nocturno de los jugadores blancos para acercarse, para motivarse entre ellos, para salir del restaurante con los ojos inyectados de sangre y ganas de jugar el próximo partido para ganarlo. Y el siguiente, y el siguiente y el siguiente.
Un tres estrellas como escenario
La cita fue esta vez en el restaurante Bibo en el Paseo de La Castellana de la capital de España. Se trata del local del chef de Dani García con nada menos que tres estrellas Michelin. De lo que se trataba era de hacer piña en un ambiente de camaradería que les una aún más de cara a los próximos compromisos que se avecinan.
Quedan poco más de dos semanas para que vuelva la Champions League y los jugadores han querido prepararse para recibirla como Dios manda, con buen rollo en el vestuario y buen juego y mejores resultados sobre el terreno de juego.
Y es que en eso hubo coincidencia entre los allí presentes: el Real Madrid está vivo en todas las competiciones. La Champions League y la Copa del Rey la tiene al alcance de la mano. Pero nadie descarta La Liga. Es cierto que el Barça disfruta de una ventaja importante de diez puntos, pero el comentario generalizado anoche era de que este Barça es vulnerable, no impone su superioridad como otros años, y que si antes del clásico perdiera algún partido podría salir del Bernabéu con cuatro puntos de ventaja y el canguelo en el cuerpo.
El Barça y Cristiano Ronaldo motivan a todos para ganar
También salió el nombre de Cristiano Ronaldo y hubo coincidencia generalizada en que este año hay que demostrar al mundo que las cuatro Champions League conquistadas en los últimos años las logró el Real Madrid y no Cristiano Ronaldo. Y salieron todos con ganas de "dedicarle" al portugués La Decimocuarta si finalmente vuelve a caer del lado madridista.
Fue una conjura feliz después de los últimos triunfos ante el Sevilla y Espanyol, que proporcionan a este grupo fuerza para encarar el futuro. Ramos sabe que para lograr éxitos es vital que exista armonía en el grupo. Y en eso está. Han cambiado muchos jugadores respecto al pasado año, pero la columna vertebral sigue siendo las misma, la misma de los éxitos en los últimos años.
El Barça y Cristiano Ronaldo ejercerán de alicientes para los jugadores del Real Madrid en lo que resta de temporada. Del resto se ocupa Ramos, que anoche volvió a citar el escudo, la camiseta, la historia y la afición que está detrás de este club para estar a la altura de lo que se espera de ellos.