Marieke Vervoort ha fallecido a los 40 años al dejar de someterse al tratamiento de su enfermedad para quitarse la vida con la eutanasia.
Vervoort sufría una enfermedad degenerativa que empezó cuando tenía 14 años con una inflamación en el pie, que posteriormente se fue extendiendo a todo el cuerpo.
Vervoot ya había anunciado que quería morir
Antes de los Juegos de Río de Janeiro, la deportista anunció que había tomado la decisión de morir y ya estaba todo preparado, aunque después de esos juegos cambió de opinión, la excampeona dijo: "Después de Río no quiero la eutanasia. Vivo día a día y cuando llegue su momento, lo haré. Firmé los papeles en 2008, sí, porque entonces tenía mucho, mucho dolor y no quiero vivir con un dolor insoportable. No quiero tener a una persona que me tenga que ayudar todo el día, por la mañana, por la tarde y por la noche, pero ahora quiero mucho más tiempo con mi familia y amigos, dar charlas motivacionales y cuando ya no quiera vivir, tengo los papeles".
Vervoort siempre dejo claro mientras vivía que le gustaría que la gente no viera la eutanasia como un crimen.
Cumplió sueños antes de morir
La atleta belga ganó una medalla de oro y una de plata en los 100 y 200 metros de las Olimpiadas de Londres 2012. En las siguiente, de Río, ganó una medalla de bronce en el 100 y una de plata en el 400, en la categoría T52.
Hace unos meses fue copiloto en un Lamborghini que dio unas vueltas a un circuito, y declaró que ese era el último sueño que cumplía.
Cuatro días antes de su fallecimiento escribió en Instagram la frase: "No puedo olvidar los buenos recuerdos".