Si algo tienen en particular los perros, es que su naturaleza les inclina a defender a aquellos que más quieren: sus humanos.
Así, es fácil ver que, sin importar el tamaño o la raza, nuestros perretes siempre aparecen para ayudarnos: ya sea contra una amenaza externa... o bien para salvarnos de nuestra propia soledad.
Sin embargo, hay muchos perros que también tienen miedo.
Es fácil ver a un perro temblando al escuchar de cerca los fuegos artificiales o los petardos, así como ante otros fuertes sonidos, que ellos perciben como una fuerte amenaza.
Pero a veces, a nuestros perretes les da miedo cosas inanimadas que nadie podría sospechar: unas gafas, un gato, un espejo...
Un susto terrible al despertar de la siesta
Nuestro perrete protagonista estaba muy tranquilo, echándose una siesta al sol, cuando su humano decidió pegarle un pequeño susto.
¡¡Aunque de pequeño no tenía nada!!
Al despertar, el perrete vio que un tigre de su tamaño le miraba fijamente, por lo que el animal se puso rápidamente a cuatro patas y, muerto de miedo, comenzó a ladrar y salió corriendo del lugar.
Obviamente, se trataba de un tigre de peluche, pero la reacción de pánico del perrete es totalmente real.