Supervivientes está llegando a la recta final y los concursantes están agotando sus fuerzas para darlo todo.
Cada vez son menos en la isla y se nota, apenas quedan 6 concursantes y saben que la gran final está a la vuelta de la esquina. (Rocío no da un palo al agua. Y Elena se planta: “¡Tu padre y tu madre me la sudan!”)
Las amistades están más que entabladas en el reality y si hay una inquebrantable, o al menos eso parecía, es la de Rocío Flores y Barranco.
De hecho, mucho se ha cuestionado su amistad a lo largo de estos meses y es que hay quien incluso llegó a decir que a Rocío podría hacerle gracia el extronista. Sin embargo, nada ha ocurrido entre ellos y todo ha quedado en una bonita relación de amistad entre cocoteros.
¿Qué le ocurre a Rocío?
Si bien eran inseparables, hace unos días que Albert siente que su relación se ha enfriado y así lo contó en palapa.
Tras el visionado de un vídeo en el que Barranco decía sentir el distanciamiento de su amiga Rocío sin saber por qué, ella misma aclaró que no le pasaba nada. (¡No se pueden ni ver!! Rocío y Elena se declaran la guerra)
De hecho, en el vídeo, Rocío ya comentaba que no le ocurría nada con Albert, sin embargo, él no estaba demasiado convencido.
Ahora, sabemos el porqué y es que Antonio David parece haber dado en la clave del asunto.
A su hija le ha incomodado bastante estar viendo diariamente al catalán en taparrabos viendo cómo le colgaban los testículos y el trasero en cada momento. "Rocío es muy pudorosa y se ha alejado de Barranco porque le da pudor verlo con la hoja de parra", comentaba.
Albert tuvo que llevar una hoja de parra a modo de taparrabos durante una semana después de haberse ganado dos pizzas barbacoa y una manta en el juego de las tentaciones. Ese fue el precio que tuvo que pagar a cambio de la recompensa.
Él estaba encantado, aunque parece ser que Rocío no ha acabado de ver con buenos ojos que su amigo del alma se pasee por la isla como lo ha hecho, aun sabiendo que no le quedaba otra opción.