A pesar de sus esfuerzos, desde la formación 'Meridiana sin Cortes' reconocen que la situación es insostenible debido a que los gastos de la contramanifestación los soportan los vecinos de la Meridiana.
La condena a los líderes independentistas del procés provocó, en octubre de 2019, que decenas de radicales secesionistas cortaran la Meridiana, una de las calles principales de Barcelona, a modo de protesta.
Una manifestación callejera que se ha mantenido diariamente en la carretera, a excepción de los meses de confinamiento obligatorio. Tarde tras tarde, una de las venas principales de la Ciudad Condal ha visto cómo varios radicales cortaban por completo la circulación de los vehículos, siendo un verdadero calvario para los vecinos de la zona, que no podían acceder a sus viviendas.
Ahora, año y medio más tarde, esos mismos vecinos han encontrado la solución para acabar con los molestos cortes: han creado una plataforma de contramanifestación que, cada día, a la misma hora y lugar que la manifestación de la ANC, hace posible el movimiento en la Meridiana.
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Así pues, cada tarde, decenas de vehículos de los vecinos de la calle se dan cita en la Meridiana, evitando así que los radicales de la ANC logren parar la circulación.
Son los Mossos d'Esquadra los que, para garantizar la seguridad y la celebración de ambas protestas, han optado por derivar a los manifestantes independentistas a las aceras frente a la estación de Sant Andreu Arenal, donde reivindican sin cortar el tráfico.
'Meridiana sin Cortes': una solución... a corto plazo
Asi pues, este jueves, como siempre en las últimas tardes, varios vehículos, portando carteles de la formación 'Meridiana sin Cortes', circulaban por la vía barcelonesa, protegidos por los Mossos, que impedían que cerca de 30 manifestantes cargaran contra los vehículos y cortaran la calle.
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"No queremos que no se manifiesten, sino que no impidan el tráfico" explicaba uno de los portavoces de la plataforma, Pedro Fernández, al tiempo que ha lamentado que la contramanifestación sea una solución a corto plazo, y que la administración autonómica no haya dado soluciones a la situación.
Y es que, tal y como ha asegurado el portavoz, el proyecto necesita "muchas horas" de organización, y los costes del movimiento "salen del bolsillo de los vecinos".