Un trabajo realizado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha llegado a la conclusión de que las personas que muestran una evidente adicción al sexo presentan patrones de actividad similares a los que experimentan los individuos adictos a las drogas.
Los investigadores analizaron la actividad cerebral a partir de resonancias magnéticas de dos grupos de personas.
Uno de los dos grupos estaba formado por personas con un comportamiento sexual compulsivo.
Durante un experimento les mostraron vídeos con contenido sexual explícito y comprobaron cómo reaccionaba su cerebro a la visión de estas imágenes.
Patrones comunes
Los resultados determinaron que en el grupo conformado por los adictos al sexo se estimulaban tres regiones cerebrales relacionadas también con la adicción a las drogas.
Se trata de regiones asociadas con sentimientos de recompensa y motivación, así como el procesamiento de las emociones.
De este modo, el estudio refleja que los comportamientos hipersexuales dejan huello en el cerebro.
Sin embargo, el estudio no demuestra si el sexo puede considerarse realmente como una adicción como podría ser la que producen las drogas, pues en su caso también se puede considerar su comportamiento como un trastorno obsesivo.