Kubo le da en Barcelona un repaso y un baño de humildad a Mirotic

Take Kubo habló sobre los pitos e hizo una reflexión que Nikola Mirotic no haría ni en sus mejores sueños.

09 de Diciembre de 2019
Kubo le da en Barcelona un repaso y un baño de humildad a Mirotic
Kubo le da en Barcelona un repaso y un baño de humildad a Mirotic

Nikola Mirotic dejó uno de los grandes culebrones de la historia del baloncesto tras pasar de la NBA al Barça y con pasado en el Real Madrid. (La osadía de Take Kubo: ¡¡Caño monumental a Leo Messi y las redes arden!!)

El caso del ala-pívot de origen montenegrino pilló a todos por sorpresa y sus visitas al WiZink Center han generado un auténtico polvorín. Mirotic, además, por si fuese poco con el fichaje se ha encargado una y otra vez de provocar al madridismo.

Ha asegurado que fichar por el Barça ha sido lo mejor de su vida y ha provocado a todos aquellos que le pitan, sin un ápice de autocrítica, con declaraciones incendiarias. Que bien haría aprendiendo de Kubo...

El caso de Take Kubo también es especial, aunque eso sí, es de fútbol. El nipón se crío en la cantera del Barça, en La Masia, y era una de las grandes joyas de las que se debía andar con cuidado por su inminente eclosión. Una sanción de la FIFA por el contrabando de menores de los culés les privó de su jugador y el japonés regresó a Tokio.

Kubo hizo el camino a la inversa

Al volver de Tokio se había adelantado el Real Madrid al Barça y Kubo afirmó que ir al club blanco era su gran sueño y una oportunidad para seguir progresando como futbolista. “El plan que me ofrecían me convenció”, afirma el de Japón. Del Barça ni rastro.

Le tocó visitar esta semana el Camp Nou con el Mallorca y como le pasó a Mirotic, en ese famoso episodio de las ‘ratas’, el asiático se llevó una gran pitada al tocar el balón. Kubo habló sobre ello, como hizo el baloncestista, pero con un tono de humildad del que debería aprender Nikola.

"Esa decisión es del público. Yo tomé mi decisión y ellos tienen derecho a pitarme, creo que lo merezco, aunque había gente que también aplaudía y eso me dio ánimos. ¿Pena? No, es una forma que tienen de verme como un rival, no como un chico de 18 años que juega al fútbol un poco bien", explicó tras el encuentro. Unas palabras que demuestran que tiene la cabeza muy bien amueblada y en su sitio.