'Supervivientes 2022' se ha convertido en la gran baza de Mediaset para intentar resolver, de una vez por todas, la gran crisis de audiencia que arrastra desde hace meses. Una realidad que Paolo Vasile conoce, y por la que está dispuesto a poner toda la carne en el asador en la próxima edición del famoso reality.
Algo que ha quedado demostrado con los nombres que ya suenan para viajar a Honduras, entre los que destaca el de Kiko Matamoros, uno de los grandes nombres de Telecinco, y una apuesta segura para el reality, a pesar de su adicción a las drogas.
Sin embargo, los planes de Vasile iban más allá, intentando contar en Honduras también con Makoke, ex pareja de Kiko y actual 'enemiga' pública del colaborador; algo ante lo que Kiko se ha negado en rotundo, destrozando los planes de Paolo Vasile, rechazando participar en el reality su su ex lo hace.
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"Entenderéis que una señora que en su día pidió una orden de alejamiento hacia este señor... no parece muy lógico que pretenda coincidir en una isla. Parece evidente que yo no quiera concurrir en esas circunstancias" ha explicado Kiko a sus compañeros de Sálvame.
Sin embargo, este veto ha llegado acompañado de una gran alegría para Vasile, al menos, a nivel económico: "he bajado mi caché para que no vaya ella" ha confesado el colaborador, confirmando así el 'ahorro' que tendrá Vasile, si elige a Matamoros para SV 2022.
Makoke, ahogada en deudas
Sin embargo, estas buenas noticias para Vasile entorno a la participación de Matamoros en Supervivientes este verano, han chocado de lleno con los intereses económicos de Makoke, quien contaba ya con el dinero del reality para hacer frente a sus muchas deudas.
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Y es que la colaboradora está pasando por uno de sus peores momentos económicos, estando la casa que compartía con Kiko embargada por Hacienda, y cuya hipoteca, aún sin pagar, asciende hasta el millón y medio de euros.
Deuda a la que se une su actual finca, con un coste inasumible por la colaboradora de casi 6.000 euros al mes, y las pérdidas que sigue arrastrando con su firma de sujetadores, de cerca de 68.000 euros, a lo que se une otra deuda de 640.000 euros.