Kiko Matamoros y Makoke vuelven a estar en boca de todos este miércoles por la información que Lecturas ha publicado en su portada, anunciando que ambos pueden acabar entre rejas por sus problemas con Hacienda.
La Agencia Tributaria exige a la ex pareja 1,2 millones de euros, una altísima cantidad de dinero que podría derivar en una pena de prisión para el colaborador de Sálvame de hasta 6 años. Pero no es el único. Matamoros puede arrastrar a su ex consigo. Para Makoke, piden 2 años de cárcel.
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Matamoros no alcanzó un acuerdo con Hacienda para pagar sus deudas y el caso ha llegado a juicio en medio del desacuerdo con su ex sobre la propiedad del chalet de La Finca en el que reside actualmente Makoke y en el que Kiko habría invertido mucho dinero en el pasado, haciendo frente a la hipoteca. Un hecho que pretende demostrar mediante asientos bancarios.
Kiko Matamoros le derivó su deuda a Makoke alegando que en su momento el domicilio del matrimonio fue adquirido a nombre de la malagueña para eludir el pago de la deuda con Hacienda que ya en esa época existía. Así pretende consumar Kiko su venganza contra su ex mujer.
Las consecuencias para Makoke
Makoke puede perder tanto el chalet de La Finca como el dúplex que posee en Majadahonda y que compró con Kiko antes de que sus problemas con Hacienda aparecieran. Ambas propiedades se encuentran embargadas y si no se paga la deuda, las perderá.
Pero esto es solo la punta del iceberg, ya que ambas propiedades tienen cargas hipotecarias que superan el millón de euros. Es decir, 1’2 millones de deuda a Hacienda y más de 1 millón de euros de deuda con las entidades bancarias. Una situación agónica.
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Más allá de quién deberá hacer frente a todos estos pagos, lo que más debe preocupar a la ex pareja son las consecuencias penales de todo esto, ya que Kiko Matamoros puede acabar cumpliendo una pena de seis años. Será menos ‘pena’ por llevarse por medio a su ex, que puede ser condenada a dos años de prisión por lo sucedido.
A pesar de sus serios problemas fiscales, ambos siguen manteniendo una guerra mediática que parece importarles más que lo que es verdaderamente grave. Veremos en qué queda todo esto en medio de acusaciones, amenazas, denuncias y declaraciones públicas del uno contra el otro en televisión.