Kiko Hernández ha probado por una vez de su propia medicina en Sálvame. El colaborador más polémico del programa se enfadó muchísimo con la dirección por poner en duda sus argumentos para no haber participado en el mercadillo solidario de Lydia Lozano. Carlota Corredera le sacó de quicio como nunca con sus comentarios al respecto.
Para no colaborar en el mercadillo, Kiko alegó que todavía está de mudanza en su nueva casa y que hay muchos objetos y prendas de ropa que aún no ha colocado y no sabe en qué caja están. Carlota Corredera lo puso en duda públicamente y lo consideró una excusa: “¿Hay alguien que se cree la excusa de Kiko Hernández si se cambió de casa hace mucho tiempo”.
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Hernández se mostraba ofendido ante esta duda y expresaba su parecer: “Me he mudado hace unos meses, pero en ese tiempo he estado muy liado: he presentado el programa en agosto; como todo el mundo sabe, me he ido de vacaciones en septiembre; he necesitado parar tres semanas al estar sobrepasado; he sufrido varias muertes en este tiempo… tengo todo en cajas hasta el punto de que mis hijas me piden juguetes que no sé dónde están todavía”, expresó.
Sin embargo, Carlota Corredera no cesó en su intento por pinchar al colaborador: “Tengo un bombazo. Me acaban de decir que fuera de cámara has reconocido que no has donado nada porque no te salió de los…”, aseguró la presentadora. Fue ahí donde se armó la Marimorena.
Kiko Hernández acusa a Sálvame de manipulación
Ese comentario desató la ira de Kiko Hernández, que se incorporó de su silla y dirigiéndose a la dirección del programa muy alterado la acusó de manipulación. Es algo que pasa todos los días en Sálvame, pero cuando se lo hacen a uno es cuando fastidia...
“¡Fíjate cómo se puede desvirtuar, manipular y mentir fácilmente! En la reunión previa les estaba explicando que tengo todavía mi vida en cajas y ellos no se lo tragaban, así que para que me dejaran en paz les dije ‘mira, si lo que queréis es que os diga que fue porque no me salió de los cojo***, os lo digo y ya está’. Esa fue la conversación, y de eso dicen ahora esto. ¡Qué fácil es manipular en este programa!”, gritó el colaborador.
La sangre no llegó al río, pero Kiko Hernández dijo por primera vez una gran verdad: en Sálvame se manipula todo con el fin de hacer espectáculo, de engordar las audiencias y así seguir ganando dinero a costa de lo que sea. Jamás tienen piedad de nadie y si se comportan así entre ellos mismos, se pueden imaginar lo que hacen con la gente que no trabaja en el programa.
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Kiko Hernández dejó claras dos verdades en Sálvame este martes: que la manipulación del programa no es una imaginación de la audiencia y que en los últimos meses ha estado bastante vago. Que a estas alturas todavía no haya organizado su nueva casa es para hacérselo mirar. Normal que nadie le crea. Entre eso y que no le dice la verdad ni al médico, había argumentos para pensar que solo eran excusas.