Los rumores, investigados por el juez de Barcelona Joaquín Aguirre, sobre los contactos entre el equipo de Carles Puigdemont con la inteligencia rusa, se han visto esta semana 'confirmados' por el presitgioso diario norteamericano 'The New York Times'.
El diario, a través de un extenso reportaje exclusivo, y basado en un informe de inteligencia europeo, señala que la mano derecha del ex president en Waterloo, Josep Lluis Alay, entró en contacto con Rusia en la primavera de 2019, buscando un "salvavidas político" tras el fracaso del referéndum, y tras el rechazo de Europa al movimiento independentista catalán en favor del Estado español.
Un salvavidas que habría llegado por parte del Kremlin, sin que se conozca exactamente en qué forma, aunque se sospecha que podría estar vinculada a la aparición, poco después, del surgimiento de Tsunami Democrátic, "un grupo de protesta secreto" que cumpliría con los deseos de Putin de sembrar el caos en Occidente, tal y como se pudo comprobar en las acciones de Tsunami ese 2019, con el corte de la AP-7 y la paralización del aeropuerto de Barcelona.
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Relación entre Rusia y Puigdemont, a través de Alay, que se habría intentado recuperar en 2020, tal y como señala el rotativo: "Estoy pensando mucho en Rusia [...] y en estos días todo es muy, muy complicado" habría confesado Alay al ex president en un mensaje el 23 de agosto del año pasado.
Conexiones rusas que se habrían confirmado así, no sólo con el caso Voloh, sino también a través del reportaje del diario norteamericano, que han creado una nueva división y una clara incomodidad dentro de las filas de JxCat, que se han dividido ya entre los que apoyan al ex president, y aquellos que temen que estas informaciones sean ciertas.
Dudas y rupturas dentro de la formación independentista que llegan en un momento muy delicado para el partido, el cual se encuentra en una dura lucha interna entre el 'núcleo duro', que mantiene la necesidad de declarar la independencia unilateralmente, y aquellos que han abandonado este objetivo en aras de continuar en el Govern junto a ERC.
Puigdemont asegura que todo es mentira
A pesar de las profundas evidencias mostradas por The New York Times sobre los contactos de su círculo con el Kremlin, Carles Puigdemont ha querido negar por completo cualquier vinculación de su equipo con Rusia, emitiendo un comunicado en el que acusa a España de "guerra sucia" .
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Así pues, en este escrito, el fugado de Waterloo asegura que las "informaciones aparecidas tienen como fundamento un informe de la Guardia Civil lleno de falsedades, incomgruencias e intoxicaciones", siendo su contenido completamente falso.
"El único objetivo del informe es criminalizar y desprestigiar el independentismo catalán" ha sentenciado Puigdemont, quien no ha ofrecido mayores explicaciones sobre los viajes de su equipo a Rusia, ni de los contactos demostrados con el Kremlin, así como su eurofobia.