El Rey Felipe VI, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, han viajado este sábado a La Paz, Bolivia, para asistir a la toma de posesión de Luis Arce, que se ha erigido como el nuevo presidente del país.
Una visita de gran tensión para las autoridades españolas ya que en la comitiva española no estaba integrado el líder de los podemitas, que acababa subiendo al avión de la Fuerza Aérea Española tras ser invitado personalmente por Arce al evento.
Algo que ha hecho que este viaje oficial a Bolivia sea el primero que comparten Felipe VI y Pablo Iglesias, convirtiéndose en el foco de atención del interés público tras las declaraciones de Pablo Iglesias contra la Casa Real española y su apoyo a la instauración de una nueva República.
El desorden del Gobierno: la munición de Casado para derrocar a Sánchez
Tal es el desencuentro entre ambos mandatarios, que sus agendas, a pesar de ser paralelas, intentan cruzarse en la menor medida posible.
Así pues, el vicepresidente segundo del Gobierno aprovechaba la noche del sábado para reunirse con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, con quien dialogó sobre los nuevos gobienros progresistas de Latinoamérica, así como sobre la victoria de Biden en Estados Unidos.
Una reunión que precedía a la que tendría el monarca este domingo por la mañana con el dirigente argentino, prevista después de la ceremonia del traspaso de manto presidencial en Bolivia, acto en el que sí se espera la presencia conjunta de Iglesias y el Rey.
Del mismo modo, la agenda del monarca incluye encuentros bilaterales con el presidente electo de Bolivia, así como con el presidente de Colombia, Iván Duque, y una reunión con la colonia española en Paraguay.
A su vez, Iglesias buscará reunirse con el candidato de Correa a presidente de Ecuador para las próximas elecciones ecuatorianas, que se celebrarán en febrero de 2021.
Sin menciones al Rey Emérito
La última vez que se encontraron frente a frente el líder podemita y Felipe VI fue en el acto del 12 de octubre, momento en el que Iglesias permaneció inamovible ante el saludo del Rey.
Una situación incómoda que se suma a las peticiones de Podemos para crear una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados acerca de los supuestos negocios de Juan Carlos I, y que podría haber causado fuertes tensiones entre ambos en este viaje.
La Fiscalía de Sánchez sale al rescate de Pablo Iglesias por el caso Dina
Un viaje que, además, ha coincidido con el anuncio de que la Fiscalía ha abierto dos nuevas investigaciones sobre el Rey emérito y su presunto uso de tarjetas opacas y la tenencia de sociedades en paraísos fiscales.
Nada de esto, sin embargo, ha sido mencionado por el vicepresidente segundo del Gobierno, ni en sus redes sociales, ni en sus apariciones públicas de esta semana, algo que podría haber tranquilizado la situación de cara a los actos oficiales de este fin de semana, pero que sin duda acabará convertido en polémica dentro y fuera de las líneas podemitas, cada vez más adscritas y fieles a la idea de imponer una República española y derrocar a Felipe VI.