A Oriol Junqueras no sólo no le han desactivado con su encarcelamiento, sino que está más activo que nunca desde su celda en el módulo 2 de la cárcel de Lledoners. Desde allí dirige los destinos de Cataluña moviendo los hilos de los republicanos en el Govern y el Parlament, así como controlando los pasos que dan los diputados de ERC en el Congreso mientras atiende los problemas de los 1.383 concejales y 116 alcaldías que ERC tiene repartidos por Cataluña.
Junqueras "dirige semanalmente las decisiones que toma la ejecutiva de ERC", explica Eldiario.es. Para ello utiliza a dos enlaces del partido con los que habla dos o tres veces por semana gastando parte del cupo de 10 llamadas que tiene permitidas de acuerdo con el régimen penintenciario. Junqueras departe a menudo con Pere Aragonès, el vicepresidente de la Generalitat, para marcar la línea a seguir.
Según la misma fuente, "Junqueras recibe acta semanal de las reuniones de la ejecutiva de su partido, que tienen lugar los lunes. Él la devuelve comentada, a veces de forma casi inmediata, y se tratan sus comentarios en la siguiente reunión" a través de sus abogados.
Peregrinación por el santurario de Junqueras
También concede audiencia desde su despacho de Lledoners a "autoridades políticas, sindicales, religiosas… se reúne con mucha gente en prisión". El siguiente será Pablo Iglesias, que mañana acudirá a su despacho para suplicarle que apruebe los presupuestos de Pedro Sánchez y negociar las condiciones que imponga para regalarle los votos de ERC.
Sobre esa conversación el diputado republicano Tardà ha manifestado: "Me preguntan qué le dirá Pablo Iglesias a Junqueras y respondo que lo desconozco, tan solo sé qué le dirá Oriol: que no hay negociación si el Gobierno de Pedro Sánchez no se mueve en el sentido que ERC ha manifestado públicamente y en privado al Gobierno español".
Lo cierto es que Junqueras no ha dejado en ningún momento de ser el cerebro gris de su partido, el que toma las decisiones y marca la línea a seguir. Ahora tiene más tiempo libre para dedicarlo en exclusiva a sus ideales políticos desde su despacho en la cárcel.
Lledoners Palace
De Junqueras han partido los cambios en la línea de ERC y la estrategia de los últimos meses para alcanzar la mayoría independentista entre la población catalana. Y en Junqueras hay que ver el origen de los cambios en la cúpula del partido, el nombramiento de Aragonès y la promoción que ha recibido Ernest Maragall como candidato a la alcaldía de Barcelona.
Y allí, encerrado, se entera de todo y da instrucciones a todos. A veces hasta consensuadas, ya que tiene muy próximos a Raül Romeva y los diputados de JxCat Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull. Todo eso sin contar que desde julio, fecha en la que fueron trasladados los presos a esa prisión, Lledoners se ha convertido en centro de peregrinación del independentismo de calle. Algo así como un santurario. Por ahí también han desfilado además el lehendakari Íñigo Urkullu, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, o el presidente de la CEOE y el secretario general de UGT, Juan Rosell y Josep Maria Álvarez.
Se entiende que tanto en el PP como en Ciudadanos se hable de Llenoners como "Lledoners Palace" por los privilegios que los presos allí recluidos tienen.