El ex vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, por primera vez ha admitido en un artículo para La Vanguardia publicado este sábado que el juicio del procés no juzga a Cataluña, tal y como se ha venido diciendo desde un sector del separatismo. (¡¡La fugitiva Marta Rovira se pensó que Suiza es Cataluña y se llevó un 'hostión'!!).
¡Les ha costado pero finalmente han tenido que reconocerlo! No es un juicio político contra el separatismo, sino contra el sector secesionista que se saltó a la torera las leyes españolas. Contra una “gran parte de la sociedad catalana”, según ha explicado el propio político, que está encarcelado a la espera del juicio del 1-O.
Junqueras le lleva la contraria al incendiario Quim Torra
De este modo, Junqueras se ha desmarcado del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que el miércoles expresaba en el Parlament que en el juicio del 1-O se juzgaba a “todos los catalanes”. En cualquier caso, su palabrería barata ha continuado yendo por el camino de defender lo indefendible y de intentar demostrar que no será un juicio justo: “La injusticia de la instrucción y del procedimiento judiciales construidos contra gran parte de la sociedad catalana, a través de una causa general contra los representantes democráticos de esta sociedad, llegará más temprano que tarde el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, alega. (¡¡Puigcagón se lava las manos por el chanchullo europeo de CATGlobal!!).
“La demostración a ojos de la opinión pública internacional de la injusticia y de la represión que sufrimos contribuirá a limitar las herramientas antidemocráticas de los aparatos represores del régimen, y servirá para abrir un escenario más favorable, y sobre todo más factible, para la apertura democrática de todas las cerraduras del 78”, continúa Junqueras, que insiste en que la independencia “no tiene marcha atrás” pero “exigirá tiempo, habilidad estratégica y esfuerzo cotidiano”.
“Conscientes de esta realidad, hace tiempo que nos encontramos inmersos en un debate, lógico y comprensible, sobre cómo hemos de recorrer este camino. Habría que evitar, sin embargo, confundir el futuro deseable con el futuro inmediato factible”, apunta, reconociendo de este modo que en este momento no hay una mayoría en la sociedad catalana para lograr esa independencia.
Según Junqueras, el 80% de los catalanes quiere un referéndum
Finalmente, Junqueras manifiesta que el 80% de la sociedad catalana quiere una solución consensuada al conflicto: “Todos los republicanos y por extensión todos los demócratas podemos encontrar, tenemos que encontrar y encontraremos, un cómo y un cuando que hagan democráticamente posible superar los retos que ahora mismo constituyen los consensos de aproximadamente el 80% de la sociedad catalana, que son una solución dialogada y no represiva al conflicto entre Cataluña y el Estado, un referéndum pactado y vinculante que abra las puertas a una república para todos, y un modelo político republicano”, concluye.