"Mañana volveremos a estar aquí". Palabra de Oriol Junqueras, mientras Albert Rivera y Pablo Casado se movilizan que Meritxell Batet, la nueva presidenta del Congreso, confirme la suspensión de los diputados electos que están siendo procesados ante el Tribunal Supremo.
Junqueras apuesta por la provocación después de recoger su acta de diputado: "Mañana -por hoy- tendremos la oportunidad de mirar a la cara a quienes nos quieren sometidos y silenciados". Lo firman Junqueras (Congreso) y Romeva (Senado) en una carta que el Rufián más multifuncional -chico para todo- se ha encargado de leer.
"Carceleros de toga y escaño"
"Y lo haremos con la sonrisa de la victoria, de haberles ganado, con la mirada llena de dignidad de quien no tiene miedo"... "Mañana cara a cara le enseñaremos al presidente Pedro Sánchez que la democracia es más fuerte que la represión, que los votos siempre podrán a las porras"... "Nos han prohibido ejercer de diputados, a pesar de haber ganado las elecciones en Cataluña. Esta es la supuesta democracia española", han dicho.
"Hoy iniciamos una nueva fase que ha empezado rompiendo los muros de la prisión a través de vuestros votos"..."Y seguirá este domingo ganando una vez más las municipales y europeas a nuestros carceleros de toga y escaño".
Hasta el PSOE de Sánchez les da la espalda
Oriol Junqueras y el resto de políticos electos vivieron ayer su momento de gloria. El futuro que les espera es de más mazmorra. Después de sacar pecho con sentencias rimbombantes, hoy se van a enfrentar a la cruda realidad. Nadie, o casi nadie, les quiere. Y se han cargado el gran puente que les permitía mantener un hilo de esperanza. También el PSOE, harto de sus chiquilladas, les da la espalda.
Su vida como diputados (o senador) va a ser muy corta. Ni en España ni en ningún lado se puede legislar desde la cárcel. Una vez que ya son diputados y senadores, es el momento de imponer la suspensión de sus funciones como tales. Lo decidirá el Congreso porque el Tribunal Supremo se ha sacado la patata caliente de encima basándose en la mínima injerencia en la vida parlamentaria. Y eso que para el Supremo le habría resultado muy sencillo poner orden en tanto barullo. Sólo tenía que aplicar el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal reservado a aquellos ciudadanos procesados mientras se encuentran en prisión.
De patitas en la cárcel
Pero será el Congreso quien decida la suerte que deben correr estos aspirantes a diputados y senador que van a quedarse por el camino. Se entiende que Pablo Casado y Albert Rivera hayan puesto el grito en el cielo después de enterarse de las bravatas de Junqueras, que llega al parlamento español amenazando y chuleando ("miraremos a la cara a los que nos quieren someter y silenciar"). Como toda la ciudadanía española y la mayor parte de la catalana, los políticos también están hartos de tanta provocación y van a poner a estos individuos de patitas en la calle... o en la cárcel.
El Reglamento de la Cámara, en su artículo 21.2 prevé que un diputado quedará suspendido cuando "concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el auto de procesamiento, se hallare en situación de prisión preventiva y mientras dure ésta". Más claro el agua. Hacía falta pasar por el trámite de la recogida de actas. Una vez nombrados diputados y senador, el Congreso hará valer su normativa para sacárselos de encima.
Sólo Podemos votará a favor de los presos
La Mesa dominada por PSOE y Podemos solicitará a los servicios jurídicos del Congreso su interpretación del reglamento. Y no existe otra respuesta posible que la suspensión de los presos para ejercer como diputados y senadores. Podemos votará en contra y PSOE, PP y Ciudadanos, los otros partidos representados en la Mesa del Congreso, votarán a favor de la suspensión de los cargos electos. Sánchez no ha perdonado a los partidos separatistas su afrenta con Miquel Iceta y esta es la primera oportunidad que se le presenta de pasarles factura.
Una vez conocida su suspensión, los propios diputados afectados deberán decidir si renuncian a su escaño y son sustituidos o prefieren aferrarse al acta aunque no puedan ejercer como diputados. Junqueras renunciará porque es cabeza de lista de ERC en las elecciones europeas, pero queda la duda de la decisión que adoptarán Sànchez, Rull y Turull.
Es posible que sigan el camino que ya tomaron en el Parlament de Cataluña, cuando prefirieron mantener su acta de diputados, aunque ello supuso que los partidos independentistas perdieran la mayoría en la cámara catalana. En ese caso sus escaños se contarían como "abstención" en todas las votaciones.
Sea como fuere, les va a resultar muy corta su salida en libertad. El futuro que les espera apunta más a la prisión que al Congreso y el Senado.