Juan Carlos y Sofía no duermen juntos desde 1976

Pilar Eyre, escritora y periodista, explicó en la Revista Lecturas que el Rey y la Reina eméritos no duermen juntos desde que murió Franco.

02 de Noviembre de 2018
Juan Carlos y Sofía no duermen juntos desde 1976
Juan Carlos y Sofía no duermen juntos desde 1976

Pilar Eyre, la escritora y periodista, ha hablado en la Revista Lecturas y ha seguido desnudando los entresijos de la Casa Real.

Como ya hizo Carmen Enríquez, en su día, sacó nuevos detalles a la luz sobre los ideales de la Reina Sofia y aseguró que ambos no saben lo que es dormir juntos desde 1976.

Cuatro amantes

Comenta que Don Juan Carlos tuvo hasta cuatro amantes, a parte de Corinna, en Barcelona y especula con que se las llevaba a un apartamento de la Clínica Planas en la misma Ciudad Condal.

Así lo explica Pilar Eyre

“Febrero de 1976. Visita real de cinco días. En el aeropuerto, Sofía, muy pálida, ojerosa, delgadísima, vestida de oscuro, contrasta con su bullicioso marido, que se atreve incluso a expresarse en catalán. Por la noche van al Liceo a ver la ópera de Wagner Los maestros cantores. Sofía cierra los ojos y alguien cree ver corriendo por sus mejillas un fulgor paralelo. ¡El Rey también cierra los ojos, pero es porque se queda profundamente dormido! Se alojan en el palacete Albéniz, Juan Carlos acude a la habitación matrimonial muerto de sueño desanudándose la pajarita, pero un ayuda de cámara lo detiene: "Perdón, majestad, su habitación está en este lado", relata Pilar.

“Extrañado, mira a Sofía, que se dirige sin pronunciar palabra al que había sido su dormitorio común hasta ese momento. Separada por un saloncito, un despacho y dos cuartos de baño, han preparado otra alcoba para el Rey. El mayordomo informa, apurado: "Así lo ha dispuesto la Señora". Juan Carlos se encoge de hombros y se va a su nuevo y solitario dormitorio. ¡Desde ese día el matrimonio separó habitaciones y nunca más volvieron a dormir juntos!”, comenta la escritora catalana.

Sobre sus cuatro amantes, dice lo siguiente: “¡Quizás porque el Rey se acercaba a Barcelona con propósitos non sanctos y su mujer lo sabía! Y es que Juan Carlos tuvo en la capital catalana por lo menos cuatro amistades particulares: una bellísima millonaria, amiga de la infancia de esta periodista, con la que se veía en una casa de la Vía Augusta. Otra, una extranjera con pisazo en Barcelona, emparentada por matrimonio con el mismísimo Rey. Otra más, morena, bajita y graciosa, sobrina de una condesa, que ahora reside en América, y una cuarta, de mucho renombre, viuda, tan poco discreta que aireaba cómo eran las prendas íntimas de la Reina (recatadas). Barcelona también ha sido el escenario de sus amores con Corinna. Con ella compartía un apartamento en la clínica Planas, viviendo por primera vez como persona normal: se metía en la pequeña cocina para preparar una bandeja con puñetitas (la palabra es suya) para acompañar su whisky diario. En Barcelona también se sometía a tratamientos antiaging (solo externos, pues de "lo otro", según su amigo Manuel Bouza, sigue funcionando muy bien, se abastecía de ropa interior (siempre calzoncillos blancos) en Bel y el peluquero Iranzo le embellecía la zona capilar. Son razones muy poderosas para que la Reina no le tenga simpatía a esta ciudad”, finaliza.