José María Jarabo: uno de los asesinos más conocidos durante la época franquista

07 de Mayo de 2021
José María Jarabo: uno de los asesinos más conocidos durante la época franquista
José María Jarabo: uno de los asesinos más conocidos durante la época franquista

El madrileño mató a 4 personas únicamente por recuperar una joya

José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, más conocido popularmente como Jarabo, fue uno de los mayores homicidas que tuvo España durante la dictadura de Franco. 

El joven madrileño se había criado en una familia adinerada, recibió una educación en colegios de renombre y era sobrino del presidente del Tribunal Supremo por aquel entonces.

Pero en el año 1940 fue cuando la vida de Jarabo comenzó a torcerse después de que su familia se mudara hasta Puerto Rico, pues el joven de 17 años dejó los estudios.

Tan solo 3 años después el mismo terminó cansándose con una rica heredera, de la que finalmente se divorció y terminó poniendo tierra de por medio viajando hasta Nueva York. 

Allí estuvo 4 años encarcelado por tráfico de drogas y una vez que fue puesto en libertad regresó a España donde comenzó a llevar una vida en la que el alcohol y las drogas no faltaban. 

Esta situación provocó que empezara a despilfarrar el dinero que su madre le pasaba de forma mensual hasta el punto de deshacerse de 15 millones de pesetas en tran solo 8 años. 

Durante este tiempo conoció a Beryl Martin Jones, una inglesa que recientemente se había separado de su marido francés y de la que se enamoró perdidamente.

Ante la situación económica que el madrileño estaba viviendo, la pareja decidió empeñar una joya de la chica para así poder pagar sus deudas. 

Pero después de realizar este acto, Beryl hizo saber a Jarabo que quería recupear su pertenencia, a lo que el joven se acercó a la casa de empeños para conseguirla y allí le pusieron todo tipo de excusas para no dársela. 

Era tal la presión que la inglesa ejerció en él que este finalmente procedió a asesinar a los 4 prestamistas que trabajaban en el negocio de empeños donde dejaron su joya entre los días 19 y 22 de julio.

Tras esto, Jarabo fue detenido y se realizó un juicio que duró 5 días y en el que el autor de los hechos confesó los homicidios diciendo: "No sé si soy un psicópata o no. Ni me importa. Lo único que sé es que soy el autor de cuatro muertes: dos quizás un poco más justificadas, aunque, en realidad, ninguna puede serlo".

Finalmente fue condenado a muerte y el 4 de julio de 1959 lo ejecutaron con garrote vil.