José María Calleja siempre nadó a contracorriente, nunca se calló y siempre apostó por las vías democráticas.
Este periodista valiente y de raza fue detenido varias veces en Valladolid entre 1973 y 1976 por sus actividades contrarias al Régimen franquista.
Calleja, que había militado en el PCE, no renunció a sus valores progresistas aunque algunos viejos camaradas lo quisieran confundir con uno del Partido Popular (formación que lo echó de Telemadrid o RTVE).
Pero él siempre fue a su bola: en San Sebastián sabía que se iba a quedar sin presentar el informativo de ETB por solidarizarse en antena con un empresario secuestrado por ETA.
Pero él lo hizo y el PNV lo mandó a la calle.
Madrid
Su siguiente parada, ya con escoltas encima, fue Madrid.
En la capital también fue un incomprendido: en el PSOE veían mal que recordase los GAL o que compadrease con Mayor Oreja y los del PP no le perdonaban que avalase el proceso de paz liderado por Zapatero.
Pero Calleja fue un verso libre y unos días antes de morir estaba de gira para promocionar su último libro, 'Lo bueno de España'.
Y él, colaborador de medios progresistas como la SER o El diario, sabía que 'los suyos' no iban a promocionar una obra que limpiaba en parte la leyenda negra ibérica.
En definitiva, que siempre fue un valiente.
Descanse en paz.