La depresión se está convirtiendo, en los últimos meses y tras la pandemia del coronavirus, en la compañera silenciosa de miles de españoles; y es que el cuidado de la salud mental parece haberse abandonado hasta límites muy peligrosos, tal y como se ha lamentado en los últimos días con el suicidio de Verónica Forqué.
Una depresión que también podría estar haciendo mella, en menor escala, en Jorge Javier Vázquez, quien ha reconocido en su blog de Lecturas estar pasando por un complicado momento emocional.
"No me apetece salir de casa ni ver a nadie" ha reconocido el afamado presentador "no me apetece ni viajar [...] A veces toda esta situación me provoca cierta angustia. Y un poco de tristeza, también".
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Sentimiento que comparte con su gran amiga Belén Rodríguez, cada una de sus mañanas: "A las seis de la mañana estoy ya más o menos despierto, me intercambio mensajes con Belén; el emoticono de la personita con la mano levantada, nos llamamos para cerciorarnos de que estamos vivos".
¿El fin de Jorge Javier en la televisión?
Sin embargo, este mal momento que atraviesa personalmente el presentador, que comparte así el mal que asola a mucha gente en este país, no es el único que le aflije a Jorge Javier.
Y es que el presentador estrella de Mediaset también parece estar atraviesando una brutal crisis profesional: por un lado, en su obra de teatro, donde cada vez acude menos público a verle, a pesar de sus esfuerzos; por otro lado, en Telecinco, después de haberse confirmado que no estará presente en la próxima edición de 'Secret Story', que será presentada por Carlos Sobera, Sandra Barneda y Toñi Moreno.
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Un desplante de Telecinco que podría llevar a Jorge Javier a tomar la decisión de darse "un tiempo" lejos de las cámaras, para descansar y recuperar la ilusión perdida. Una esperanza que él mismo reconoce tener en los tiempos futuros, y mejores.
"Sé que todo esto pasará" ha asegurado "Que volverán la alegría y las ganas de vivir. Solo hay que tener un poco de paciencia. Y aceptar que a veces uno está triste [...] Paciencia y esperanza. No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista".