Dedes su huída de España y tras instalarse en Waterloo como 'exliado político', según sus palabras, y como eurodiputado electo del Parlamento europeo, Carles Puigdemont ha defendido su papel como 'representante' del independentismo catalán en el extranjero.
Un papel que, sin embargo, ha ido menguando con el paso del tiempo, convirtiéndose el ex president en un se casi irrelevante dentro de la actualidad política catalana; más aún, desde la victoria en las urnas de ERC, y tras convertirse los republicanos en los invitados "vip" de Pedro Sánchez en la Moncloa.
Algo que ha provocado, según analiza Joan López Alegre en su columna en Economía Digital, que ni los republicanos ni el presidente socialista deseen el regreso, al menos de momento, del fugado Puigdemont a España.
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"ERC quiere ejercer la presidencia y además es el socio VIP de Pedro Sánchez, y los republicanos no están dispuestos a renunciar al poder que tanto les ha costado conseguir por las imprevisibles pataletas del expresidente, hoy eurodiputado no inscrito" ha sentenciado.
Del mismo modo, destaca que si bien "en su día Sánchez prometió que Puigdemont sería juzgado en España [...] ese era otro Sánchez; hoy vive una intensa luna de miel con ERC y no quiere nada que enturbie su relación ni, lo que es más importante para él, la aprobación de los PGE".
Puigdemont se queda sin aliados
Así pues, según el ex diputado del Parlamento catalán, Carles Puigdemont se habría quedado sin 'aliados' en España con suficiente fuerza política para hacerle regresar impunemente, si bien ERC se veria obligado a defenderle ante el Gobierno de España en el caso de que el ex president fuese extraditado finalmente para sentarse en el banquillo de los acusados.
Sin embargo, no es la política española la única que ha dado la espalda al fugado de Waterloo: y es que, tal y como recuerda López Alegre, Puigdemont apenas consiguió reunir a "más de 10 diputados de la Asamblea Nacional francesa", frente a los 60 con los que se reunía hace unos meses.
Una caída de popularidad que también se ha producido "en el Parlamento Europeo, donde la amenaza de desestabilización rusa se la toman muy en serio, sus veleidades rusofilas le han cerrado parte de las pocas puertas que tenía abiertas".
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Pérdida de apoyos que, sin embargo, no ha hecho que Puigdemont deba ser considerado 'inofensivo' políticamente, ya que aún conserva gran poder de desestabilización, así como una mente calculadora que le permite "traicionar a quien sea" para conseguir sus objetivos.
"Puigdemont, al que todo el mundo se empeña en enterrar políticamente hablando, ha demostrado una capacidad de desestabilización de la política europea considerable [...] pareja a su falta de escrúpulos" ha señalado López Alegre "Es un personaje nada despreciable que ya ha demostrado que con el fin de hacer lo que él cree que le conviene es capaz de traicionar a quien sea". Incluso a Oriol Junqueras, a quien dejó en el banquillo de los acusados mientras él volaba lejos de la Justicia.