Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, podría verse obligado a dimitir de su cargo al final de la presente temporada. A los malos resultados en todas las competiciones se suma una economía en números rojos que puede llevarle a irse del conjunto azulgrana.
El artículo 67 de los estatutos del Fútbol Club Barcelona establece que si una junta directiva presenta pérdidas durante dos temporadas seguidas tiene que dimitir y convocar elecciones a la presidencia de forma inmediata. Laporta puede verse en esta tesitura.
Laporta presentará con pérdidas el ejercicio cerrado de 2020-2021 y todo apunta a que las cuentas de la campaña 2021-2022 también acabarán en números rojos. Si eso ocurre, el presidente del FC Barcelona tendría que dimitir y convocar elecciones.
Eso sí, el máximo dirigente del Barça quiere evitar esta situación en la asamblea de compromisarios del próximo 17 de octubre suspendiendo, de forma temporal, el artículo 67 de los estatutos. Laporta alegará que las consecuencias económicas vienen marcadas por la gestión de Josep María Bartomeu.
"A consecuencia de las pérdidas registradas y del endeudamiento del club existente en el momento de aprobarse las cuentas anuales relativas al ejercicio 2020-2021, el artículo 67 de los estatutos quede provisionalmente en suspenso y sin efectos, hasta la restitución del patrimonio neto positivo", es lo que pedirá Laporta, según el ABC.
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La junta directiva del FC Barcelona ha señalado que "restablecer una situación de desequilibrio patrimonial o de pérdidas en el plazo de dos temporadas" resulta prácticamente imposible por la situación económica actual en la que se encuentra el club.
La estrategia de Laporta
Joan Laporta ha asegurado que sólo le corresponde asumir, a nivel económico, lo que haya sucedido en el club desde que tomó posesión de su cargo, el pasado 17 de marzo. Por su parte, Bartomeu dejó el cargo en el mes de octubre, cinco meses antes.
En ese periodo, el FC Barcelona estuvo dirigido por la junta gestora encabezada por el empresario Carles Tusquets. No es la primera vez que Laporta asume las pérdidas y los pasivos de toda la temporada ya que en 2003, al convertirse en presidente una semana antes del cierre del ejercicio, se le adjudicaron las cuentas.
El presidente del Barcelona considera que su idea de cerrar el ejercicio de 2020-2021 en dos tiempos sería lo justo pero, a su vez, es consciente de que es legalmente insostenible tanto en el club azulgrana como en cualquier otra empresa.