Que un ministro de consumo haga declaraciones en medios internacionales denigrando los productos exportados por su propio país es un escándalo, tanto en España como en cualquier otro lugar. Alberto Garzón ha sido el lumbreras que se ha atrevido a poner en cuestión la calidad de la carne que España vende a otros países, una auténtica barbaridad. Cómo no, tenía que ser un ministro podemita quien lo hiciera.
Tira piedras contra su propio tejado, perjudica a mucha gente y encima el Gobierno se lo permite alegando que es "una opinión personal". Garzón se coronó hablando con The Guardian sobre el proceso con el que España consigue la carne que luego exporta a otros países. Según su versión, la carne es de mala calidad porque se maltrata a animales para conseguirla.
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Comparado con el tren de vida que llevan los podemitas (si no que le pregunten a Irene Montero), seguramente una vaca o un cerdo tienen una vida denigrante. No obstante, si evitamos esta comparación los ganaderos españoles hacen un trabajo impecable para que los animales tengan una vida plena hasta que llega la hora de que se conviertan en alimento para los humanos.
Por este motivo ha indignado tanto lo que dijo Garzón, a lo que Javier Cárdenas ha respondido con extrema dureza en su podcast para OK Diario y Periodista Digital.
Cárdenas acribilla a Alberto Garzón
"En España sale muy barato ser ministro. Que un auténtico lerdo como Garzón… ¿Cómo vas a decir en diarios internacionales que tu país exporta carne de mala calidad y de animales maltratados? Es un mequetrefe, porque solo alguien sin dos dedos de frente puede hacer esto", ha explotado el presentador.
"Le falta una cocción, lo sacaron pronto del horno; esos sois vosotros, los del comunismo", ha clamado, dejando claro que este tipo de cosas solo se le pueden ocurrir a Garzón, a Echenique, a Monedero y toda esta panda de imbéciles.
La cruzada de Alberto Garzón contra la carne no es nueva, además. Cabe recordar que desde hace meses está intentando llevar a cabo un ataque contra el consumo de carne en España por cuestiones ecológicas. Efectivamente, sale muy barato ser ministro en España. Pero a los españoles nos sale muy caro tener a semejantes bobos al frente de nuestro país. Así nos va.
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El Gobierno se ha intentado desmarcar como ha podido de las declaraciones de Garzón, pero cada minuto más que pase en el ministerio es una ofensa para todos los españoles.