Italia fue uno de los primeros países europeos en experimentar el coronavirus, siendo el líder indiscutible de los ránking de afectados y fallecidos durante los meses de pandemia antes del verano.
Una brutal situación del país trasalpino que no fue considerada por el Gobierno de España como 'preocupante' a comienzos de marzo, afirmando desde el Ejecutivo socialcomunista que el coronavirus no tendría la misma incidencia en España.
Así, el Ejecutivo de Pedro Sánchez evitó utilizar a Italia como un espejo en el que reflejarse, viviéndose poco después las gravísimas consecuencias de esta decisión. Ahora, el presidente socialista vuelve a 'ignorar' al país vecino que, actualmente, ha sido aplaudido internacionalmente por su gestión del Covid-19 en esta segunda oleada.
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"Italia fue el primer país occidental que se vio afectado por Covid-19. El gobierno y la comunidad, en todos los niveles, reaccionaron con fuerza y dieron la vuelta a la trayectoria de la epidemia con una serie de medidas basadas en la ciencia" ha felicitado la OMS desde sus redes sociales.
Más de 100 medidas han sido diseñadas por el Comité de expertos independientes del Gobierno italiano para frenar la pandemia con éxito, teniendo en cuenta las necesidades económicas, sociales y sanitarias del país.
Sin embargo, Pedro Sánchez ha decidido hacer 'oídos sordos' ante el ejemplo trasalpino, y mantiene el confinamiento como la opción más recomendable en España, mientras la recesión económica alcanza cifras históricas.
Así es la gestión italiana de la pandemia
Desde finales de abril, el gobierno de Giuseppe Conte cuenta con un equipo asesor independiente y multidisciplinar, formado por economistas, empresarios, científicos, epidemiólogos y médicos, entre otras ramas científicas, que crearon un manual con 102 propuestas enfocadas a la recuperación económica y sanitaria del país. Al frente de este equipo se encuentra Vittorio Colao, estudioso de Harvard y ex CEO de Vodafone a nivel mundial.
Medidas entre las que se encuentra el 'network testing' diseñado por el virólogo Andrea Crisanti; una estrategia que contempla el rastreo, no sólo de los contactos de un positivo en Covid-19, sino en hacer el PCR a todos los familiares, amigos y personas cercanas al contagiado. "Es un sistema de círculos concéntricos" explica el virólogo. También ha creado, en las periferias, centros 'drive-in', en los que los ciudadanos italianos pueden hacerse una PCR de forma automática.
Así mismo, el Gobierno ha estipulado test de detección del coronavirus a todos los turistas que lleguen a Italia y que hayan transitado por Croacia, Grecia, Malta, España o Francia, limitando el acceso a ciudadanos de zonas más afectadas, teniendo que pasar una cuarentena obligatoria de 14 días.
El transporte público también ha sido controlado, obligándose a mantener en trenes y autobuses el distanciamiento obligatorio, y prohibiéndose la circulación de los transportes al 100% de su capacidad.
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En comparativa, España aún no cuenta con un Comité de Expertos independiente, tal y como reconoció el Gobierno de Pedro Sánchez tras las críticas de las comunidades autónomas al estado de alarma; las PCR se realizan sólo a los contactos de gente positiva, y las fronteras permanecen abiertas, con la única limitación de presentar un 'certificado autorresponsable'.
En el caso de la Comunidad de Madrid, la más afectada por la segunda oleada de la pandemia, el transporte público se ha convertido en un foco de contagio, ya que, a pesar de las medidas impuestas por el Ejecutivo, los trenes de metro y cercanías, así como los autobuses, circulan a máxima ocupación en las horas puntas.