Cristiano Ronaldo es una de esas personas a las que su vida ha dado un vuelco de 180 grados.
Su proyección futbolística le ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo amasando una inmensa fortuna.
Las revelaciones de Cristiano
El futbolista ha contado dos anecdótas que hasta ahora eran desconocidas en la opinión pública que evidencian su antes y su después. (Cristiano se moja: ¿Con qué se queda? ¿El gol de chilena a la Juve o un polvo con Georgina?)
Empezó contando como fueron sus inicios en el Sporting de Lisboa. "Tenía 12 años y no tenía dinero.Además vivía con otros jugadores de mi edad de otras partes de Portugal. Recuerdo que había un McDonald’s cerca de la pensión donde pedíamos las hamburguesas que sobraban y una señora llamada Edna y otras dos chicas siempre nos daban alguna", explicó.
No habría cosa que le hiciera más ilusión que encontrarlas. "Espero que esto me ayude a encontrarlas. Quiero invitarlas a cenar en Turín o Lisboa y devolverles lo que hicieron por mí. Nunca lo olvidé". (Cristiano busca a una mujer que le regalaba hamburguesas cuando pasaba hambre)
Recordando la época en la que ya contaba con algun que otro millón en la cuenta bancaria, asegura que se disfrazaba para no ser reconocido.
"No puedo salir a sitios públicos. No tengo privacidad. Pero en el Año Nuevo de 2009 le dije a mi amigo Ricky que quería salir. Era Año Nuevo, no podíamos quedarnos en casa. Compramos disfraces y nos fuimos a una discoteca vestidos como rockstars en el centro de Madrid. Todo el mundo nos miraba raro, como diciendo ‘de dónde salieron estos", contó entre risas.
Un pequeño descuido lo delató. "Habíamos quedado que solo íbamos a hablar en inglés. Pero en un momento me descuidé y le hablé en portugués a Ricky. ‘¿Qué quieres beber?’, le pregunté. Fue la única vez en toda la noche que lo hice y un chico se acercó y me dijo: ‘¡Cristiano! Sabía que eras tú’. Durante la noche, ese chico estuvo diciéndole a toda la discoteca: ‘Miren, ese de ahí es Cristiano’. Y yo, que soy a alto, veía que todo el mundo me miraba. Finalmente, estuvimos allí tres horas. Fue de las mejores noches de mi vida".