El pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para conformar el primer Gobierno de coalición de la historia democrática de España conllevaba, no sólo la incorporación de los podemitas en las decisiones del Ejecutivo, sino también la creación de nuevos ministerios, principalmente sociales, para satisfacer las ansias moradas de ocupar sillones ministeriales durante esta legislatura.
Así pues, el presidente socialista presentaba, tras su investidura, a su Consejo de Ministros, formado por 22 miembros, el más grande en España hasta la fecha: cuatro vicepresidencias y 18 ministros.
Ministros de la formación morada que han pasado a ocupar carteras hasta ahora inexistentes, y creadas especialmente para su perfil político, como es el caso del Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, y el Ministerio de Consumo, dirigido por Alberto Garzón.
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Un incremento de carteras ministeriales, de las 13 presentes en el Gobierno de Mariano Rajoy, que casi duplica el coste para las arcas públicas y para los bolsillos de todos los españoles... pero que no ha supuesto una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos a los que dicen representar.
Y es que, a pesar de 'chupar del bote' mes a mes, con complementos y dietas incluidas, algunos de estos ministros han 'trabajado poco' en el último año, siendo Irene Montero y Alberto Garzón los que lideran la lista de 'vagos' dentro del Consejo de Ministros.
Mucha polémica, poco trabajo
Así pues, la ministra de Igualdad ha estado medio año sin llevar una sola iniciativa de su ámbito a las Cortes Generales, tal y como se puede comprobar desde las referencias del Consejo de Ministros del 2021; en concreto, la actividad de Montero desaparecía en los meses de enero, marzo, mayo, agosto, octubre y diciembre.
Lo mismo sucede con Alberto Garzón y su cartera de Consumo: y es que el ministro podemita ha acudido sin propuestas a lo largo de cinco meses del año; en concreto, marzo, abril, agosto, septiembre y diciembre.
Sin embargo, algo sí hay que reconocerle a estos dos ministros: y es que, a pesar de no haber 'trabajado' para España durante casi medio año, ambos podemitas sí han sabido hacerse notar ante la opinión pública y los medios de comunicación.
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Eso sí, no gracias a propuestas innovadoras o positivas para el país y sus ciudadanos. Así se ha podido comprobar en las últimas declaraciones de Alberto Garzón sobre la industria cárnica española, que ha levantado gran polémica dentro del sector, así como dentro del Gobierno, habiéndose creado una nueva brecha entre la parte morada y la socialista del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Por su parte, Irene Montero no sólo ha tenido fuertes trifulcas con otros ministros, sino que también ha conseguido que gran parte de sus 'representadas' del Ministerio, como las feministas y organizaciones 'trans', hayan criticado las pocas medidas elaboradas por la podemita, cargando duramente contra la ministra, quien mantiene su discurso del "todes" y hace oídos sordos ante las palabras de aquellos para los que dice trabajar. Al menos, la mitad del año.