Pese a sus promesas electorales, resulta más que evidente que Pedro Sánchez ha elegido tener como grandes aliados del Gobierno de España a los partidos nacionalistas vascos y catalanes, con especial relevancia de EH Bildu en las negociaciones para el apoyo al presidente socialista en las Cortes Generales.
Aliados que no sólo pretenden romper España, sino que también aplauden y honran a aquellos que han sembrado, durante años, el terror en todo el país. En concreto, la banda terrorista ETA, a la que los partidos nacionalistas rendirá 'homenaje' este sábado en el País Vasco y Navarra.
Así pues, en varias manifestaciones convocadas este 8 de enero por Sare,se reunirán algunos de los principales aliados de Sánchez, como ERC, Junts, EH Bildu, BNG, UGT, CCOO, etc, para exigir más beneficios penitenciarios para los presos de ETA.
Manifestaciones que se centrarán, por tanto, en reclamar un "cambio en la actual política penitenciaria", que permita el "desbloqueo de la progresión de segundo a tercer grado y el disfrute de permisos penitenciarios y de la libertad condicional [...] con amabilidad, respeto y empatía".
Reunión a favor de los terroristas en la que no estará el Gobierno de España, a pesar de que esté organizada por sus aliados políticos... pero en la que sí estará Unidas Podemos, que no sólo ha confirmado su apoyo al acto, sino también a los objetivos de la manifestación.
"Responde a fundamentos básicos de un estado de derecho democrático" han asegurado fuentes de la formación morada al diario La Razón, explicando que es necesario "asegurar un trato humanitario, así como avanzar en políticas de justicia restaurativa que faciliten la reinserción social [...] superando definitivamente lógicas de un pasado afortunadamente ya superado".
Las víctimas, nuevamente abandonadas
Una "justicia" y un "trato humanitario" defendido por los morados hacia los terroristas encarcelados de ETA que, sin embargo, no contemplan para las víctimas del terrorismo de la banda vasca quienes, a pesar de todo, vuelven a verse abandonados por el Gobierno de España.
Un abandono que ya no se centra únicamente en los acuerdos del Ejecutivo nacional con los herederos políticos de ETA en el Congreso, ni tampoco sólo en la aprobación de los traslados de los presos etarras a cárceles cercanas al País Vasco, sino también en el olvido de aquellos que vivieron de primera mano el terror provocado por ETA durante toda su historia.
Los inquilinos de la Moncloa disparan el odio contra Policía y Guardia Civil en 2021
Así pues, mientras los proetarras continuan con sus homenajes y su apología del terrorismo, las víctimas han visto denegada su última solicitud al ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska, al que pidieron que prohibiera estas manifestaciones a favor de la 'libertad' de los presos etarras.
Y es que el ministro de Interior, a pesar de haber sido un ferviente defensor de las víctimas del terrorismo, ahora les ha dado la espalda, al igual que el resto del Gobierno de Sánchez, defendiendo la aplicación de la legislación penitenciaria a los presos etarras como se aplica cualquier otra ley en un Estado del derecho, "con parámetros de legalidad y con el control jurisdiccional oportuno".