Oriol Junqueras, el preso separatista que anda suelto a pesar de estar condenado a doce años de prisión y que aprovecha para hacer campaña en las elecciones catalanas en favor del separatismo, pretende tomar el pelo a los españoles con una absurda declaración de amor: "Yo amo a España", ha dicho.
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Seguramente por esto, porque ama mucho a España, formó parte del grupo de instigadores del golpe de estado que se fraguó en Cataluña contra España en 2017. Sucede que Junqueras está ahora en campaña y pretende arañar una porción de los miles de votos que previsiblemente perderá Ciudadanos según las encuestas.
Un golpista que ama España
Parece claro que ERC se desmarca de la línea dura y partidaria de la unilateralidad de JxCat tratando de ganarse las simpatías de los millones de catalanes que no son partidarios de la independencia, y mucho menos a la brava.
Lección de Junqueras a Puigdemont: ”Ningún país ha conseguido la independencia con el 50% en contra”
Y Junqueras ha suavizado el discurso de ERC. Seguramente sus largas horas de reflexión en la cárcel le han llevado a esa conclusión. En una entrevista concedida a Antonio Farreras en La Sexta, y teniendo en cuenta la audiencia española del programa, Junqueras se ha mostrado como un entrañable osito de peluche: "Yo amo España, a los españoles y la lengua, pero no comparto el proyecto político de los aparatos del Estado".
El líder de ERC apuesta por desmarcarse de Puigdemont y su partido en la visión sobre la independencia. A JxCat le basta el 50% de los votos más uno para hacer una declaración unilateral de independencia, a la brava. Junqueras, que sabe que eso es una locura, prefiere ir a lo seguro, sin precipitaciones, y alcanzar una amplia mayoría suficiente que le cargue de razones para negociar una salida pactada en forma de referéndum acordado con el Estado español.
En busca del reconocimiento de Cataluña
Junqueras le dijo a Farreras en La Sexta: "no depende sólo de que nosotros digamos que sea así, tendrá que ser reconocido por alguien". Un mensaje directo a Puigdemont, que va por libre cargado de irresponsabilidad. Junqueras insiste en el error de JxCat porque "la realidad es compleja y multilateral, no unilateral o bilateral".
Y dicho esto ha dejado bien claro que a independentista nadie le gana, aunque desde el bando de Puigdemont le llamen "botifler" y vendido al poder español: "Soy el independentista más independentista que nunca haya habido". Y lo ha justificado añadiendo que "es compatible querer que a España le vayan bien las cosas y ayudar en la medida de lo posible, con defender la independencia". Y ha dicho que incluso está dispuesto "a negociar con aquellos que me encarcelan".
El indulto
El líder de ERC se desmarca del indulto que está preparando el Gobierno para dejarle a él y a sus compinches golpistas en libertad: "Si el Gobierno quiere hacer un indulto, que lo haga. Yo no estoy pidiendo ningún indulto, ni lo pediré, porque la solución es la amnistía," ha dicho. Es decir, que tampoco está de acuerdo con los movimientos que se producen en el gobierno para buscar una salida que garantice su puesta en libertad. Quiere más, lo quiere todo.