La tragedia se cierne sobre Palma de Mallorca en una de sus jornadas más negras. Una menor de tan solo seis años estuvo ingresada en un hospital con el objetivo de que las sustancias que consumió en una de las fiestas de su madre puedan ser eliminadas de su organismo. Después de una exhaustiva investigación liderada por la Policía Nacional, la progenitora de la pequeña ya está detenida y pasará a disposición judicial acusada de un presunto delito de lesiones.
La pequeña de seis años fue llevada a un centro de salud de la capital balear, en el que ingresó en un estado deplorable, por lo que los pediatras hicieron saltar todas las alarmas y rápidamente mandaron la ejecución de diferentes análisis médicos con el objetivo de averiguar que podía estar pasando para que la pequeña se encontrara en tal estado, desmejorada y débil.
Uno de estos exámenes médicos fue un análisis de sangre. El laboratorio tuvo que realizar dos veces el procedimiento para la misma muestra, porque los resultados que arrojaba el primer análisis debían estar equivocados. Sin embargo, cuando las máquinas terminaron su tarea, el diagnóstico seguía siendo el mismo: en la sangre de la niña se habían detectado restos de cocaína.
Con esta sensible información, el personal médico llamó a la Policía Nacional, que inmediatamente se hizo cargo del caso y comenzó a entrevistar a la pequeña en cuanto se repuso para poder aclarar los hechos y encontrar a su madre. La menor comentó que, en una de las fiestas de su progenitoria, consumió voluntariamente alcohol y un misterioso "polvo blanco" que, según los análisis y las sospechas de los agentes encargados de la investigación, era en realidad cocaína.
La Unidad de Atención a la Familia y la Mujer, conocida como UFAM, desplegó a dos agentes que, siguiendo el rastro de la menor hasta el hospital, descubrieron que habían sido los maestros del centro educativo en el que está inscrita los que la habían llevado hasta las instalaciones médicas, preocupados y sorprendidos por haber detectado un comportamiento extraño, errático y fuera de lo normal en la menor.
Con la presencia de un asistente social, los agentes desplegados por la UFAM de Palma de Mallorca consiguieron dar finalmente con la madre de la menor ingresada, que fue detenida en el acto acusada de un presunto delito de lesiones por el que se puede enfrentar a una pena de cárcel que quizá supere los dos años.
Como la madre de la pequeña es la única persona adulta a su cargo, la consejería de Servicios Sociales de la isla de Mallorca se ha hecho cargo de la mejor y ha asumido de forma inmediata su tutelaje hasta que la situación legal de la madre se resuelva de una forma o de otra. Sin embargo, la investigación de los agentes de la UFAM no acaba aquí.
La Policía Nacional realiza nuevos análisis de sangre a la pequeña, cuya salud evoluciona favorablemente, para conocer si los restos de cocaína en la sangre de la menor fueron resultado de un consumo único y aislado o si, por el contrario, la ingesta de este "polvo blanco" se trató de una práctica habitual y extendida en el tiempo, lo que sin duda agravaría las acusaciones pendientes contra su madre. Esa es, precisamente, otra de las líneas de investigación del caso, puesto que los agentes se han propuesto rastrear y conocer todos los pormenores que llevaron a la irresponsable progenitoria a montar una fiesta en su domicilio en presencia de su hija de seis años con sustancias psicotrópicas cuya tenencia, tráfico y consumo están estrictamente prohibidas por la legislación vigente.