No hubo un caso de acoso sexual del portavoz de JxCat: ¡Fueron dos o tres! Así lo desvela La Vanguardia refiriéndose al desagradable asunto que ha significado el final de la carrera política de Eduard Pujol, portavoz del grupo JxCat, en el Parlament. El caso de Pujol se suma al de Alfred Bosch (ERC) y Quim Arrufat. Tres casos registrados en ocho meses en las filas de los tres partidos independentistas punteros.
Conversaciones sexuales en redes sociales
Cuando Elsa Artadi comunicó pública y oficialmente el cese de Eduard Pujol en sus funciones dentro de JxCat habló siempre en plural al referirse a los casos que motivaban su suspensión de militancia y su pérdida del escaño.
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La noticia no es nueva en el seno del partido de Puigdemont porque hace ya más de un año que se recibieron mensajes anónimos denunciando el comportamiento de Eduard Pujol, antiguo director de RAC1 (ligado a La Vanguardia) y director de Barça TV en la época de Joan Laporta como presidente del FC Barcelona.
Pero no fue hasta la semana pasada cuando las denunciantes revelaron la identidad del acosador. El País añade que durante las elecciones generales de abril de 2019 "trascendieron varias conversaciones en redes sociales, con contenido sexual, que supuestamente mantenía Pujol con una mujer sin identificar".
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Se ha sabido también que la denunciante contactó con otras supuestas víctimas que también habían recibido mensajes de contenido sexual de madrugada. Denunciaron los hechos al partido de Puigdemont, pero el momento era inoportuno, coincidiendo con la presentación de la candidatura de Laurta Borràs. Sin embargo, ahora, conocida la identidad de las "dos o tres" afectadas, el partido ha optado por tomar decisiones.
El tercer caso en ocho meses
La suerte de los partidos independentistas catalanes parece ir ligada a sucesos de acoso sexual. El de Pujol es el tercero que se produce en los últimos ocho meses. El primer caso acabó con el despido de Alfred Bosch (ERC) de su puesto de consejero de Acción Exterior (equivalente a ministro de Exteriores). En ese caso, que vio la luz en marzo, no era él el protagonista, sino su jefe de gabinete, Carles Garcias, y se destaparon hasta tres casos de supuesto acoso. Alfred Bosch pagó por no denunciar y depurar los hechos a pesar de que tenía conocimiento de los mismos.
Poco después se conoció un nuevo caso en la CUP. Quim Arrufat, entonces diputado de la CUP en el Parlament catalán y portavoz del Grupo Mixto, tuvo que abandonar su carrera política por dos expedientes abiertos por acoso sexual. Una de 2014 y el otro de 2019.
El caso de Eduard Pujol eleva a tres los casos de acoso sexual dentro de las filas de partidos independentistas. Algo está pasando en las tripas del soberanismo, en donde parecen aplacar sus frustraciones a través del sexo.