Hace unos días, un laboratorio en la localidad australiana de Yarram, en Australia, saltó por los aires debido a una fuerte explosión.
Lo que nadie imaginaba es que lo que iba a salir disparado por todas partes sería el semen con el que trabajaban.
Lluvia de semen
Se declaró un incendio en el interior del edificio y este provocó una tremenda explosión en la que se produjo una lluvia de semen de las muestras recogidas.
"Se estaba expandiendo rápidamente. Las tapas de los cilindros criogénicos estaban saltando y los tubos volaban", contó el jefe de bomberos.
El intenso fuego provocado por la explosión hizo que fueran necesarias varias dotaciones de bomberos para extinguirlo.
La explosión ha sido un duro golpe para los ganaderos de la región. Cabe destacar que las pruebas de semen recogidas eran de origen animal.
La preocupación para ellos es máxima puesto que se acerca la época de inseminación y muchos han perdido las muestras que rondaban entre los 500 y 1.000 euros.