La inglesa Rachael Wynn, de 32 años, no podía imaginarse dónde acabaría cuando, recientemente, salía de casa para asistir a un bautizo en Manchester.
"Todo empezó en un bautizo, al que siguió el cumpleaños de un amigo en su casa" - relata la protagonista de la historia - "Otros amigos ya estaban en Ibiza, y me animaron a unirme a la fiesta, así que me fui directa al aeropuerto".
Toda una experiencia de última hora con una fácil explicación: "estaba borrachísima" confiesa Rachael.
En estado de embriagadez, la británica compró el vuelo online desde el taxi, costándole una pequeña fortuna de 750 libras (unos 820 euros).
La peor resaca, la de la cuenta bancaria
Según relata la joven, al llegar a Ibiza pudo dormir en el hotel de unos amigos.
Sin embargo, la resaca del día siguiente no tenía parangón, ni para su cabeza, ni para su bolsillo. No tenía forma de volver a su país, donde el trabajo la esperaba al día siguiente.
Pero Wynn no estaba dispuesta a gastarse otras 700 libras en un vuelo repentino, así que esperó al día siguiente para volver a casa. (Increíble y fallida persecución policial a un anciano en scooter eléctrica)
"Mi jefe se enfadó bastante conmigo, pero creo que ya se le ha pasado. Se sentirá decepcionado pero espero que termine viéndole el lado divertido" concluye.