Kiko Hernández ha apuñalado a Rocío Carrasco públicamente con la publicación de un vídeo y, sobre todo, unas palabras que dejan a la hija de Rocío Jurado en muy mal lugar. ¿Qué madre consentiría que alguien hablara mal de su hija? Esto es lo que ha hecho el colaborador de Sálvame para responder al durísimo vídeo que Antonio David Flores ha publicado en su contra.
El ex guardia civil dedicaba el último vídeo de su canal de Youtube a Kiko Hernández, exponiendo numerosos ataques que este ha lanzado contra diferentes mujeres y dejando claro que es un maltratador televisivo, del mismo modo que lo es Jorge Javier Vázquez (al que Massiel definió a la perfección hace un par de semanas en el Deluxe). La respuesta de Kiko ha sido atacar a Rocío Flores.
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Los que saben lo que es la violencia vicaria podrían comparar el daño que un progenitor causa a otro a través de un hijo con el daño que el colaborador de Sálvame ha tratado de infrigir a Antonio David mediante Rocío Flores.
Quien no parece sentir ni padecer con su hija es Rocío Carrasco, que consiente que Kiko Hernández se refiera a ella en términos despectivos y denigrantes mientras se da abrazos con él y le manda besos a sus hijas. Un comportamiento que ha causado la indignación de muchos y que ha vuelto a suscitar muchas críticas contra Rociíto por su relación con sus hijos, actualmente inexistente.
Rocío Carrasco no defiende a su hija
"En este vídeo se explica todo…qué suerte conocerte y entender contigo el sufrimiento de una madre que vivió según su relato violencia vicaria por el innombrable. Innombrable, somos afortunados de que ya no formes parte de nuestras vidas, ni de nuestra profesión. Cuando puedas, explícale a la pegamadres la infancia tan jodida que le has regalado para el resto de su vida… si tienes VERGÜENZA…", escribió Kiko en Instagram.
El término "pegamadres" resulta tan despectivo y humillante para una joven que cometió un error cuando era adolescente, hace ya casi 10 años, que a Kiko Hernández se le debería caer la cara de vergüenza. Y a Rocío Carrasco por consentirlo. Y es que la ex de Antonio David no ha movido un dedo para defender a su hija, a la que en su docuserie definía como una víctima más. Se intentó poner la medallita de buena madre diciendo que era víctima, pero los hechos valen mucho más que las palabras.
La realidad refleja que Rocío Carrasco no saca la cara por su hija a la hora de la verdad, cuando cualquier madre se habría dejado el alma ya no solo para defender a su hija, sino para intentar reconducirla si se desvió del camino y poder compartir su vida.
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Con la publicación que Kiko ha hecho en Instagram, está muy lejos de haber hecho un favor a Rocío Carrasco. Todo lo contrario. La ha vuelto a condenar y ha echado a mucha gente más en su contra. Porque todos los que son padres y madres comprenden que a los hijos se les pone por encima de todo, y consentir que se les insulte, se les humille y se les condene por un error de adolescencia es algo que nadie debería hacer.