El FC Barcelona, entidad que apoya el golpe de Estado y la independencia de Cataluña, ha traspasado la línea roja: negoció con los radicales de Tsunami terrorista la acción que tendría lugar en el Clásico.
Ambas partes confirman que hubo negociaciones, pero también que no se llegó a un acuerdo. Hubo dos propuestas, una por cada parte que no convenció a la otra.
Negociaciones a través de un intermediario
La plataforma secesionista le pidió al club azulgrana el despliegue de una pancarta de grandes dimensiones y el Barça rechazó la petición debido al tamaño de la misma. Se necesitaría instalar un mecanismo de poleas para su despliegue.
El nivel de colaboración habría sido demasiado elevado, así que optaron por ofrecerles a los terroristas de Tsunami que los socios desplegaran otra pancarta más pequeña.
Necesitan visibilidad
Otra de las opciones consiste en que cada uno de los asistentes lleve una pancarta y la muestre después del tifo, antes de iniciarse el partido y, por segunda vez, al final del encuentro.
Ninguna de las propuestas ha gustado a los golpistas. Y es normal. Los independentistas quieren ganar visibilidad internacional, darse a conocer en el mundo. Y no lo van a lograr de esa manera. Necesitan la pancarta grande para dar una imagen de unión y fuerza, apoderándose de los espectadores allí presentes que no opinen como ellos.
Recurrir a pancartas individuales es demasiado arriesgado para la entidad separatista, porque saben que ni la mitad del Estadio secundará su idea.
Público turista
Además, gran parte del público del Camp Nou son turistas que ni les va ni les viene y acuden para disfrutar del partido. La política sobra y os separatas lo saben. No tendrán su apoyo.
Seguridad reforzada
Ante una posible invasión al campo, que supondría el peor escenario, el club catalán contará con 2.000 miembros de seguridad privada, que se unirán a los 1.000 Mossos que custodiarán el partido. (¡¡Alucinante!! Tsunami pretende que los jugadores del Real Madrid también se sumen a su causa)