La política catalana ha perdido la cabeza. Hace tiempo que la ha perdido. Las personas que han sido procesadas siguen siendo igual de válidas para ellos, ya sean como abogados de golpistas fugados o como miembros en sus listas.
Lo mismo le ocurre a Pedro Sánchez. Un hombre que le gusta tanto el poder que se agarraría a un clavo ardiendo para mantenerse en el trono. Ya le tumbaron de la cúpula del PSOE, pero ha vuelto. Haría lo que fuese necesario.
Negociar con ERC
Un diputado de ERC, Josep Maria Jové, que ha estado imputado por la agenda Moleskine, en la que se trazó la hoja de ruta del procés, se sentará en la mesa junto con otros dos compañeros para negociar con los socialistas.
El objetivo de las negociaciones es que ERC se abstenga en la votación de investidura de Pedro Sánchez. Por seguro, ya que no saben pedir ni hacer otra cosa, los republicanos le pedirán indultos o la independencia.
Los miembros
Por parte de los separatistas estarán el bufón del Congreso, Gabriel Rufián, la portavoz del partido Marta Vilalta y el procesado y presidente del Consejo Nacional de los republicanos, Josep Maria Vilalta.
Los socialistas por su lado acudirán a la mesa con el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra y un tercer miembro que podría ser Ábalos o Carmen Calvo.
Jové era el número dos de Junqueras como secretario general. Fue el arquitecto que planificó el proceso y el referéndum ilegal del 1 de octubre. Fue detenido en septiembre de 2017 y está imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. (Irene Montero empleó la reforma laboral del PP para despedir a su escolta y se enfrenta a la expulsión de Unidas Podemos)