A pesar de que, en la mayoría de ocasiones, los aparatos electrónicos ayudan a hacer que la vida cotidiana sea mucho más sencilla, a veces, estos pequeños aparatos pueden traicionar a sus usuarios... e incluso ponerles en serio peligro.
Es lo que le ha sucedido a un conductor de un camión de gran tonelaje que, por culpa de su GPS,casi pierde la vida cayendo por un acantilado de gran altura en la ciudad de Changzhi, provincia de Shanxi, en el norte de China.
Asesina, descuartiza y se merienda los genitales de su amante tras su primera cita
Todo sucedía el pasado 1 de enero, cuando el camión de carga intentaba pasar por una estrecha carretera de montaña, tal y como le indicaba el sistema GPS que llevaba en el vehículo. Sin embargo, pronto se comprobaba que el camino era demasiado pequeño para el vehículo... que quedaba colgando en el desfiladero.
Un final feliz para el desafortunado conductor
Tal y como explicaba poco después el conductor del vehículo, su sistema de navegación le indicó que fuese por esa carretera estrecha... sin que él se percatase de que el GPS no estaba ajustado para mostrar recorridos para vehículos pesados.
Algo de lo que sí se dió cuenta al percatarse de que no podía seguir avanzando por aquel estrecho desfiladero, intentando dar marcha atrás y salir del camino, con la mala suerte de que el camión resbalase, y acabase estrellándose contra las barandillas de la carretera, quedando fuera de la vía gran parte de la cabina del vehículo.
A pesar de lo impactante de las imágenes, tanto el conductor como su acompañante pudieron salir sin problemas y completamente ilesos del vehículo, alejándose de la zona peligrosa de la montaña, mientras esperaban la ayuda, que estaba en camino.
La Policía Nacional frena la extorsión a viciosos de toda España:13 personas detenidas
Una ayuda que no lo tuvo nada fácil para conseguir desbloquear el camión: y es que fueron necesarios tres remolques pesados, trabajando casi sin descanso durante tres días, para poder hacer regresar al vehículo a la carretera, bloqueando el paso de la montaña al resto de vehículos hasta el 4 de enero.
Final feliz en el que el conductor ha aprendido una valiosa lección: a pesar de la ayuda que nos prestan estos pequeños aparatos electrónicos, la supervisión y la atención del ser humano son imprescindibles al volante.