Desde su celda en la cárcel de Lledoners, el político preso por saltarse la ley y líder de ERC Oriol Junqueras ha dado luz verde al Gobierno de coalición PSOE-Podemos.
El sedicioso expresidente de la Generalitat ha dado esta orden basándose en la convicción de que cualquier alternativa de Gobierno sería peor para los intereses independentistas.
Tras la decisión del líder preso Junqueras, ERC se inclina por la abstención para facilitar la investidura de Pedro Sánchez de la mano de los comunistas.
Aun así, para quedar bien de cara a los votantes indepes, la intención de Esquerra Republicana de Catalunya es que la negociación con el PSOE sea tortuosa y marcada por las discrepancias.
Las instrucciones de Junqueras
Las instrucciones de Junqueras son claras: acuerdo final, sí, pero que las diferencias entre ERC y PSOE se hagan públicas y lleguen a oídos de los catalanes.
Cabe destacar que la negociación entre Gabriel Rufián (ERC) y Adriana Lastra (PSOE) está estancada, y parece que los separatistas quieren seguir “mareando la perdiz” para dar el ‘no’ en un principio y exigir máximos al PSOE.
Sergi Sabrià y las juventudes de ERC no quieren facilitar la investidura de Pedro Sánchez, de ahí que Junqueras haya ordenador que el camino hasta el acuerdo final sea tortuoso y ponga sobre la mesa las enormes diferencias que separan a socialistas y a los separatistas republicanos.
El apoyo de la vergüenza
Pero lo cierto es que el Gobierno de la vergüenza (PSOE-Podemos) ha sumado un nuevo apoyo, el mismo que Pedro Sánchez ha dicho que jamás aceptaría, el de los que quieren romper España: ERC.