Bala Krishna, un granjero indio del distrito de Chittoor, comenzó a sentirse enfermo, acudiendo el pasado 5 de febrero al hospital de Tirupati.
Allí, tras varias pruebas, los médicos le diagnosticaron una infección viral, y le prescribieron varios medicamentos para solventar la infección; a la vez, le aconsejaron llevar una mascarilla protectora, evitando así contagios.
Sin embargo, el hombre se convenció a sí mismo de que había contraído el coronavirus chino, y se obsesionó con la búsqueda de información sobre esta cepa vírica que ya ha matado a cientos de personas.
"Mi padre seguía viendo unos vídeos relacionados con el coronavirus todo el día, y diciendo que tenía síntomas similares, y que estaba infectado con el virus mortal" recuerda Bala Murali, el hijo del fallecido. (Brutal pelea a palos y botellazos a las puertas de una discoteca de Barcelona)
El hombre de 50 años prohibió a sus familiares acercarse a él para no contagiarlos y, finalmente, la madrugada de este lunes tomaba una nefasta decisión: cuando sus familiares estaban durmiendo, salió de la casa y se ahorcó en un árbol cerca del cementerio donde descansan los restos de su madre.
Las ayudas estatales fallaron a Bala Krishna
El hijo del fallecido ha afirmado al 'Times of India' que su padre había solicitado ayuda a las múltiples líneas telefónicas gubernamentales, pero no recibió respuesta de ninguna de ellas.
"Si alguien detrás de los números de teléfono gratuitos hubiera respondido a tiempo, mi padre aún estaría con vida" critica.
Ahora, solo pide al Gobierno que establezca una "conciencia sobre el coronavirus entre la ente para que nadie muera como mi padre debido a la ignorancia".