Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno de España, ha dado una auténtica lección de hipocresía en la entrevista que ha concedido a la Cadena Ser. La política del PSOE ha hablado de la sanidad pública y privada y ha atizado con dureza a esta última a pesar de es la que ella utiliza.
Una de las 'guerras' de los últimos años es si es mejor la sanidad pública o la sanidad privada, si hay que apostar únicamente por la sanidad pública y si hay que privatizar la sanidad. Carmen Calvo es de las que critican la sanidad privada pero luego acude a la clínica Ruber Internacional.
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"Cuando nos dedicamos a desmontar la sanidad pública y a privatizarla, estamos desmontando igualdad, estamos desmontando posibilidades de igualdad", ha explicado la vicepresidenta del Gobierno de España en la citada entrevista para criticar la privatización de la sanidad.
"Cuando entendiendo que tenemos un modelo de economía abierta donde el sector público y privado conviven pero cuando la proclama política es tan trilera como 'quiero bajar impuestos pero mejorar los hospitales', 'quiero bajar impuestos pero mejorar la educación'", ha añadido Carmen Calvo.
"Eso es una gran mentira, eso no es posible y cuando se resiente la educación y la sanidad pública, se resiente la calidad de lo que le llega justamente a las capas económicamente más frágiles y eso es justo lo de no construir igualdad", ha sentenciado la política socialista sobre este asunto.
Sin embargo, las palabras están cargadas de hipocresía ya que la vicepresidenta del Gobierno de España estuvo ingresada cuando tuvo coronavirus en la cara y privada clínica Ruber, ubicada en Madrid. No se marchó a un hospital de sanidad pública, que en España hay muchos.
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Carmen Calvo y sus ataques a la sanidad privada
Carmen Calvo es consciente que las elecciones generales se van acercando y que ya queda menos para 2023. Por esa razón, la vicepresidenta del Gobierno de España quiere ganarse a los españoles que apoyan y defienden la sanidad pública que tenemos en nuestro país.
Al igual que ella, muchos otros políticos que defienden que la sanidad debe ser pública acuden a centros privados cada vez que tienen un problema de salud en lugar de presentarse en el centro de salud que les corresponde o en uno de los hospitales de la sanidad pública que tanto defienden con sus palabras en los medios de comunicación y que tanto atacan con sus hechos.