Isabel Preyler y Mario Vargas Llosa han concedido una entrevista, cuatro años después de que saliera a la luz su romance y fuesen portada en revistas y programas de corazón.
La filipina explica que su vida ha cambiado muchísimo desde que conoció a Mario. Ahora es mucho más movida, algo a lo que no estaba acostumbrada pero que sin duda, le gusta. Dice estar muy enamorada y muestra su profunda y gran admiración por él asegurando que es una persona "increíblemente culta".
Vargas Llosa también tiene bonitas palabras para su novia y habla de lo que ha cambiado su vida desde que Isabel está en ella. "Isabel me ha incorporado un poco a una rutina muy estricta. El resto de mi vida se ha ordenado muchísimo con Isabel y gracias a Isabel".
Los inicios de su noviazgo
La prensa siempre ha estado muy encima de ellos. Sobre todo, cuando la relación era, aún, secreta. Isabel recuerda que sus inicios fueron algo complicados y que todo comenzó con unas imágenes en la primavera de 2015. "Lamentablemente, no tenía manera de detener la publicación de las fotos. Al final, lo que nos salvó fue que la terraza de Enrique está techada. Puede parecer una tontería, pero ese detalle es una diferencia importante: si un juez llegaba a considerar ese lugar como un interior de la casa, podría acusar a la revista de atentado contra la intimidad y condenarla a pagar una indemnización millonaria. Quizá el editor hizo sus consultas legales y por eso prefirió no arriesgarse a publicar las fotos".
Luego ya todo fue inevitable y no pudieron parar la publicación en la que se les veía disfrutando de una entretenida velada por la capital.
La mujer de Vargas Llosa habló
Tras ver las fotos en las que ambos aparecían juntos y en actitud cariñosa, la mujer del Premio Nobel, Patricia Llosa, mandó un comunicado a la prensa afirmando que no estaba separada de Mario. La respuesta de él no se hizo esperar y decidió no esconder más su romance con la ex de Julio iglesias.
Esta decisión no gustó nada a los hijos del escritor y se mostraron a favor de su madre en todo momento. "Algunos temas aún son tabú entre nosotros. Pero poco a poco, he ido restableciendo una relación amistosa y cordial con buena parte de mi familia. No con todo el mundo pero sí con buena parte. Eso es muy importante. Sobre todo porque tengo cinco nietas y un nieto. No me los quiero perder", explica Vargas Llosa.
Ni hablar de boda
Isabel explica que no tiene la necesidad de pasar por el altar. Siempre ha estado casada y ahora le gusta ser novia porque se siente muy feliz así, confiesa.