Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga: la hipocresía de Sánchez al descubierto

El presidente del Gobierno no oculta su irregular comportamiento a los españoles

18 de Agosto de 2022
Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga: la hipocresía de Sánchez al descubierto
Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga: la hipocresía de Sánchez al descubierto

Pedro Sánchez vuelve a hacer de las suyas durante sus vacaciones. El avión del presidente del Gobierno ha estado desde entonces quieto en su base de Torrejón de Ardoz, pero Sánchez lo ha convocado a las islas Canarias con el objetivo de desplazarse a un encuentro institucional con la ministra de Sanidad Carolina Darias. Sin embargo, este viaje de ida y vuelta entre Madrid y Lanzarote tiene una particularidad: no había nadie más que el piloto a bordo.

Esta controvertida decisión de Sánchez le ha colocado en el punto de mira de todos los españoles. Mientras el presidente del Gobierno les pide recortes en algunos de los aspectos básicos de la vida, él hace venir y volver al avión presidencial desde Madrid gastando una importante cantidad de combustible y contaminando mucho más de lo que pueda parecer.

Aunque existan conexiones en aviones más discretos entre Lanzarote y La Palma, Pedro Sánchez ha optado por hacer venir el Falcon, despilfarrando hasta 6.700 litros de combustible en dos vuelos que no han visto amortizado su coste en ningún momento. Esta actitud del presidente del Gobierno es criticada por los españoles, especialmente debido a las nuevas medidas del plan energético, que amenaza con recortes en aspectos variado en la vida diaria de nuestro país con un único objetivo: intentar evitar la crisis energética que está cada vez más cerca.

Después del acto, Sánchez volvió a La Mareta usando el Falcon, que regresó a la base de Torrejón de Ardoz siguiendo las instrucciones del presidente del Gobierno. A pesar de que el presidente del Gobierno insiste en el mensaje ecologista, los datos son demoledores: no cumple el ahorro que pide a los españoles, especialmente en su periodo vacacional.

El comportamiento de Pedro Sánchez no es una novedad para los españoles. Durante el año pasado, Sánchez empleó algunos de los servicios de transporte oficial más contaminantes hasta 151 veces: el Super Puma y el Falcon. La actividad de este helicóptero y el avión presidencial han estado envueltos en el secretismo más absoluto debido a, según declaraciones de la propia Moncloa, su calidad de "materia clasificada"

A pesar de esta denominación, la justicia ha facilitado el acceso a unos datos que revelan que Sánchez no practica lo que predica, especialmente en materia de medio ambiente. Aunque "el criterio utilizado para la asignación de los vehículos utilizados por parte del presidente del Gobierno es la seguridad", muchos encuentran difícil explicar por qué se usa el Super Puma o el avión presidencial para desplazarse desde Madrid hasta Toledo, que está a menos de una hora en coche desde la capital.

El uso de Sánchez de estos medios de transporte jamás ha estado exento de polémica. Ya en 2018, cuando llegó a La Moncloa gracias a la moción de censura contra Mariano Rajoy, el líder socialista era noticia por su indiscriminado uso del Falcon para acudir a un festival de música celebrado en Benicàssim. Desde entonces, ha empleado el Super Puma y el famoso Falcon para moverse por toda la península sin importar el motivo ni el lugar del desplazamiento y generando polémica allí donde va.