Enrique Pons lleva 50 años viviendo en los bajos del número 281 de la calle Sardenya, a escasos metros de la Sagrada Familia.
Pons, histórico dibujante y guionista de la editorial Bruguera, acude frecuentemente a la antigua Casa de Cádiz que ha sido convertida en un albergue improvisado. (Más de 150 pasajeros se quedaron 'tirados' en la España profunda)
La paga de 600 euros que recibe mensualmente la gasta practicamente en su totalidad en el alquiler de su casa debido a las constantes subidas. Ahora, la inmobiliaria ha amenazado con echarle del piso.
"Que se me lleven con los pies por delante", dice Pons desde su casa, que cuenta con una gran cantidad de fotografías, pósteres y cuadros de Marilyn Monroe que cuelgan de las paredes.
Hasta hace tres años, el histórico dibujante pagaba por su vivienda poco más de 300 euros pero el nuevo propietario hizo una serie de reformas y subió el alquiler hasta los 530 euros mensuales.
Su historia ha llegado hasta la Casa de Cádiz que le ha ofrecido comida y arreglarle la calefacción, que está estropeada. "Lo poco que tiene lo comparte. Nos apoyamos mutuamente", explica Lagarder Daciun, un sintecho activista. (El vídeo de la brutal paliza de un joven a su novia)
Un llamamiento
Lagarder ha contado su historia y ha hecho un llamamiento para que todos compren el último libro de Enrique Pons para ayudarle.
El hombre del traje pistacho se puede comprar en la misma casa okupada y ya son varias las personas que se han acercado para adquirir un ejemplar firmado y así contribuir a la causa.