Esta noche de sábado, las calles de Barcelona experimentaban una nueva manifestación contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, uniendo a esta cuestión otras críticas políticas como la regularización de los precios del alquiler, la reforma laboral o la 'ley mordaza'.
Una manifestación que, sobre las ocho de la tarde, adquiría un carácter violento, procediendo decenas de jóvenes a destruir todo lo que encontraban a su paso. Sin embargo, estos jóvenes radicales iban preparados para conseguir que su violencia fuese más allá de unos cuantos cristales rotos.
Y es que los activistas violentos iban armados con cócteles mólotov, así como con líquido inflamable y otros objetos, con los que han atacado a los agentes que acordonaban la zona.
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Varios testigos y medios de comunicación han conseguido grabar el momento en el que varios manifestantes han lanzado cócteles mólotov a una furgoneta de la Guardia Urbana, con dos agentes aún dentro del vehiculo. La furgoneta comenzaba a arder, mientras los agentes intentaban salir, ayudados por sus compañeros.
"¿Si el conductor de la furgoneta de la Guardia Urbana atacada con un cóctel molotov hubiera muerto quemado, ¿también justificarían su asesinato? Como los separatas y la izquierda defendieron a Rodrigo Lanza cuando dejó tetrapléjico a un agente en Barcelona" ha criticado un usuario anónimo en Twitter, compartiendo las angustiosas imágenes.
"Ojo al segundo 21 del vídeo. "Que se quemen". Después insultos y gritos" ha criticado a su vez Toni Cantó, en su cuenta personal de Twitter.
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Así, una noche más, Barcelona se ha convertido en el objetivo de los radicales violentos, asi como de decenas de jóvenes que sólo acuden a estos actos por mera "diversión".
A pesar de que muchos de los comercios de las principales calles de la Ciudad Condal, avisadas ya de las manifestaciones que se iban a producir, decidían blindar sus locales,esto no ha sido suficiente para frenar la destrucción de los radicales, que han conseguido saquear algunas tiendas. También han provocado el incendio de una de las tiendas más emblemáticas de la ciudad, la Casa de los Paraguas.
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También el hotel NH de la Rambla ha sido incendiado, así como un concesionario adyacente; algunas sucursales bancarias también han sufrido pequeños fuegos, y más de media docena, ruptura de cristales y mobiliario general.
Actos que no sólo van en detrimento de la 'libertad de expresión' que estos radicales dicen defender, sino que también va en detrimento de comerciantes y hosteleros que, después de meses de inactividad después de la pandemia del coronavirus, ven arder sus esfuerzos de volver a empezar.