Hallan los cadáveres de dos hermanas saudíes a orillas del río Hudson

La muerte de dos hermanas saudíes en Nueva York provoca un nuevo conflicto entre Estados Unidos y Arabia Saudí

01 de Noviembre de 2018
Hallan los cadáveres de dos hermanas saudíes a orillas del río Hudson
Hallan los cadáveres de dos hermanas saudíes a orillas del río Hudson

Tala y Rotana Farea, de 16 y 22 años, es la identidad de las dos mujeres muertas que aparecieron flotando el pasado miércoles en la ciudad de Nueva York, en la orilla del río Hudson. Las dos hermanas, saudíes, estaban atadas por los tobillos y por la cintura con cinta adhesiva. Los investigadores intentan encontrar una explicación a este suceso, eclipsado por el caso de los paquetes bomba de las últimas semanas.

Completamente vestidas, sin ningún signo de violencia en su cuerpo, pero atadas con cinta adhesiva frente con frente. Inicialmente, los investigadores pensaron que podía tratarse de un suicidio, pero el hecho de que estuvieran atadas echa por tierra esa teoría. Una semana más tarde de su aparición, todavía no hay ni una pista sobre el motivo que llevó a ambas hermanas a terminar en el río.

Tensión entre Estados Unidos y Arabia Saudí

La muerte de las dos hermanas, justo cuando va a cumplirse un mes del cruel asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ha supuesto un nuevo conflicto entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Ambas vivían, como Khashoggi, en el estado de Virginia, y desaparecieron de su casa el pasado 24 de agosto. No era la primera vez que se ‘fugaban’ de su domicilio, algo que ya hicieron en diciembre de 2017.

La madre de las fallecidas aseguró a los investigadores que en la víspera de su última desaparición recibió una llamada de la embajada de Arabia Saudí en Washington exigiéndoles que abandonaran el país, puesto que sus hijas habían solicitado asilo político. Otros miembros de la familia negaron la desaparición de las jóvenes en aquella ocasión, a pesar de la denuncia de su madre. 

Las autoridades neoyorquinas, a pesar de que no hay signos de violencia en los cadáveres, han corroborado que los familiares de las fallecidas niegan rotundamente la posibilidad de un suicidio. Por otro lado, el forense de Nueva York todavía no ha determinado la causa de la muerte.