Ada Colau ha demostrado, en los últimos años, ser un mal endémico para Barcelona: y es que, desde que es alcaldesa, los números de delitos e inseguridad en la ciudad han crecido de forma exponencial, mientras los indepes campan a sus anchas por las calles de la Ciudad Condal, y la economía de la capital catalana cae en picado.
Sin embargo, su nefasta gestión no es el principal problema al que se enfrenta Colau en este comienzo de año, sino su situación ante los tribunales.
Así pues, la alcaldesa de Barcelona ha sido llamada a declarar como imputada el próximo 4 de marzo ante el magistrado del Juzgado número 21 de Barcelona, acusada de presuntos delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas.
Delitos que, según el código ético de Barcelona en Comú, obligarían a la alcaldesa a dimitir de su cargo; en concreto, el artículo 3.6 del código de conducta de la formación expone que los miembros deben comprometerse a "la renuncia o el cese inmediato de todos sus cargos, ante la imputación judicial de delitos relacionados con corrupción, prevaricación con ánimo de luchro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, cohecho, malversación y apropiación de fondos públicos".
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"Exigimos a Colau que cumpla su propio código ético y dimita" [...] "Ada Colau debe dimitir" han exigido Ciudadanos y Partido Popular de Barcelona, recordándole a Ada Colau las normas de su propio partido.
Exigencias que, de momento, la alcaldesa se ha negado a cumplir, habiendo asegurado ante las cámaras de TV3 que su imputación es solo una "búsqueda de ruido" por parte de la oposición, dejando caer incluso que su nueva imputación no es más que un 'complot' contra ella.
Ella misma se deja en ridículo
Una actual alcaldesa de Barcelona que deja en ridículo a la Ada Colau abierta y sincera de 2014, cuando ella misma criticaba que había demasiados "imputados" políticos que no dimitían.
"Por ejemplo, lo que sí podría hacer es validarlo con la ciudadanía y hacer una consulta, y decir, escucha, me han imputado, yo les digo que soy inocente, que creo que las motivaciones por haber hecho esto pueden ser estas u otras" explicaba colau en una entrevista con Jordi Évole.
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Periodista que pedía una contestación aún más clara: "¿Es decir, que someterías a referéndum tu propia dimisión en caso de que te imputaran por un escándalo de corrupción".
"Claro. Es un hecho lo suficientemente grave como para que la ciudadanía opine" destacaba ella quien, ahora, no sólo no permite que hablen los miles de ciudadanos barceloneses, hartos de su nefasta gestión, sino que tampoco parece querer obedecer a su propio código ético, demostrando que la comodidad del sillón de la alcaldía es demasiado tentadora para renunciar a ella, aunque eso suponga una nueva puñalada para el presente y el futuro de la Ciudad Condal.