¿Ha ninguneado Pedro Sánchez al Rey?

Sánchez ha enviado al rey a un viaje inoportuno a Cuba y ha tomado en su ausencia decisiones que sólo corresponden al jefe de estado.

15 de Noviembre de 2019
¿Ha ninguneado Pedro Sánchez al Rey?
¿Ha ninguneado Pedro Sánchez al Rey?

El viaje de los Reyes de España a Cuba terminó ayer en la ciudad de Santiago, en el sur de la isla, con un homenaje al almirante Cervera y a los marinos españoles caídos en 1898 en la batalla naval de Santiago y, posteriormente, en las Lomas de San Juan, a los soldados que perdieron la vida en la batalla terrestre.

Lo peor del viaje real a la última colonia caribeña no fue el silencio con el que la prensa local acogió su discurso en La Habana. Y es que los diarios oficiales 'Granma' y 'Juventud Rebelde' no hicieron ninguna alusión en sus páginas web al discurso del Rey Felipe VI ante el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el que reivindicó la democracia y los derechos humanos.

Se han tomado decisiones que sólo competen al jefe de estado

Lo peor ha sido que mientras la diplomacia española enviaba al rey Felipe VI a Cuba para estrechar lazos con el país hermano, en España se estaba organizando la de dios con el acuerdo de gobierno entre Sánchez e Iglesias deprisa y corriendo. Muchos han querido ver ahí un deseo de ningunear al Rey, quien se supone que después de las elecciones llama a consulta a los líderes políticos para conocer de primera mano la situación política y sus intenciones de alianzas con otros partidos antes de iniciarse el proceso de investidura. 

Sánchez se ha saltado esta vez el conducto reglamentario y cuando Felipe VI llegue hoy a España se pondrá al día de las novedades con mucho retraso y se enterará de que se han tomado decisiones que sólo competen al jefe del estado de acuerdo con la constitución a la que todos citan.

Por ejemplo, la puesta en marcha del proceso constitucional que permite elegir al presidente del gobierno, algo que corresponde exclusivamente al Rey. Se trata de una demostración de deslealtad que se suma a la decisión del Gobierno de enviar al Rey a Cuba, a 8.000 kilómetros, justo después de las elecciones generales... y a un país que vive sometido a un dictadura.

"Sánchez e Iglesias se han saltado las reglas del juego"

En España, el vicesecretario de Territorialdel PP González Terol ha criticado con dureza el "abrazo de la vergüenza" de Sánchez e Iglesias sin esperar al Rey y su ronda de consultas, ya que, ha dicho, El Rey es el  "árbitro que debe ejercer esa función" proponiendo candidato a la investidura. Y ha acusado a los dos protagonistas del pacto de "saltarse las reglas del juego" firmando un documento en una sala del Congreso cuando todavía no se han constituido las nuevas Cortes ni el Rey ha pasado consulta con los líderes.

Obviamente, el regreso del Rey a España no va a cambiar nada, aunque nadie le va a quitar su decepción con Sánchez por adelantar acontecimientos sin atenerse al respeto que merece el jefe del estado. Y es que oídos los representantes de los grupos parlamentarios, El Rey tiene que proponer un presidente del Gobierno a través del presidente del Congreso, para que éste le otorgue la confianza. Y Sánchez se ha adelantado a los acontecimientos y ya ha dado por supuesto que el Rey le propondrá a él. Hechos consumados que dejan en mal lugar a quien tiene que ganarse la confianza del jefe del estado.

O se pasa de torpe o se pasa de listillo

Algunos medios se han hecho eco de que Felipe VI llevaba meses intentando anular este viaje. Y aunque hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores admitía que no era el mejor momento, Pedro Sánchez impuso su criterio con una convicción que sorprendió a todos y que ahora, a la vista de los acontecimientos, no es más que una decisión de fácil comprensión.

Todo eso al margen de la imagen que haya podido dar la Monarquía en la América que lucha por las libertades, que puede haberse sentido ofendida por el respaldo del Rey de España, con su presencia, a un régimen dictatorial como el cubano.

Pedro Sánchez, responsable del viaje, ha demostrado que o bien carece del don de la oportunidad o bien es más retorcido que el mismísimo Maquiavello. O se pasa de torpe o se pasa de listillo.