La administración de Donald Trump lanzaba una ofensiva a la economía europea el año pasado, cuando aprobaba la imposición de gravámenes a determinados productos europeos, incluyendo algunos productos estrella de España, como el aceite de oliva.
Un golpe que ahora estudia devolver la Comisión Europea, que se plantea "poner en marcha la aprobación e imposición de aranceles" a productos norteamericanos, si la administración Trump mantiene su posición sin "voluntad de acuerdo".
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Una decisión que también ha apoyado la ministra de Industria, Comercio y Turismo española, Reyes Maroto, que ha asegurado en una entrevista a Radio Castilla la Mancha que estos aranceles sólo se detendrán si los norteamericanos levantan los suyos, "que tan dañinos están siendo" en las exportaciones españolas.
Un enfrentamiento con Estados Unidos a nivel económico que hace que España se incline a China en la próxima campaña navideña, el máximo enemigo político, estratégico y económico de Estados Unidos.
Y es que el mercado chino es un gran amante de los productos españoles,habiendo convertido "durante la crisis" a España en una "despensa" excepcional.
La geoestrategia de EE.UU., en peligro
Este enfrentamiento entre Estados Unidos y España, a nivel económico, se suma a la crisis en la que se encuentran las relaciones entre ambos países.
Y es que la administración de Donald Trump ha dejado de apoyarse por completo en España como 'punta de lanza' en el Mediterráneo y el Atlántico sur, buscando nuevos aliados que puedan suponer un sustituto del país de continuar estos desacuerdos.
El acuerdo de Marruecos con Estados Unidos que perjudicaría a España
Es el caso de Marruecos, que se ha posicionado como un gran aliado de los norteamericanos, no solo en el mercado armamentístico, sino en el plano geoestratégico, ofreciendo a la administración Trump la posibilidad de acuerdos de cooperación militar y de inteligencia entre países, en detrimento de la cooperación con España.
En peligro queda, por tanto, una de las cooperaciones internacionales más importantes del país, que ha permanecido inalterable desde hace más de treinta años, y que ahora ve en la economía y la estrategia militar un bache que, sin acuerdos, podría llevar a una división entre Europa y Estados Unidos que sólo beneficiaría al gigante asiático.