Una mujer de nacionalidad estadounidense ha demandado a una funeraria después de que incineraran accidentalmente a su marido en contra de su testamento y de los deseos de la familia. La empresa encargada de este servicio cometió un grave error que le puede salir muy caro.
El difunto, que era muy religioso, había asegurado antes de morir que no quería ser incinerado bajo ningún concepto, ya que eso supondría la pérdida de su cuerpo ante una segunda "venida", que es una creencia de los religiosos sobre un regreso de Cristo a la Tierra en un momento futuro.
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El fallecido se llamaba Harold Lee y era de Carolina del Sur. Para evitar cualquier tipo de confusión, el varón había dejado su deseo en el testamento para que solo se valorase la opción del entierro. Quería ser enterrado junto a sus padres en el cementerio, oponiéndose totalmente a ser incinerado debido a sus creencias religiosas.
El Día de Acción de Gracias de 2019, Harold Lee fue encontrado sin vida en su domicilio. La mujer del difunto dejó todas las tareas de su entierro en manos de la funeraria Roller-McNutt Funeral Home, que el propio Harold Lee había elegido en su testamento como preferencia para cuando llegase el momento.
La familia "hizo el trámite con la empresa para transferir el cuerpo, organizar el funeral, comprar el ataúd y enterrarlo", se puede leer en la demanda, de seis páginas, que ha interpuesto el entorno del hombre fallecido que fue incinerado en lugar de enterrado a pesar de que lo dejó escrito en su testamento.
Según ha explicado El Caso, la empresa notificó a la familia el día 10 de diciembre de 2019 de que se había "incinerado el cuerpo de Harold Lee accidentalmente". El incidente, según su mujer, implicaba el rapto de su cuerpo ante la "segunda venida", un detalle sagrado para los religiosos.
En estado de 'shock'
Eunice, la mujer de Harol, quedó "temblando en estado de shock" al enterarse de que el cuerpo sin vida de su marido había sido incinerado. Asimismo, en el seno de la familia dejó una "angustia mental y emocional extrema" al no cumplirse con los deseos de Harold Lee, que deseaba ser enterrado.
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La funeraria, Roller-McNutt Funeral Home, renunció a cobrar por el proceso, se disculpó por el error y devolvió los 5.000 dólares que la familia había pagado como seguro de entierro. Sin embargo, la familia pide ahora una nueva compensación económica por los daños causados por el error. Ambas partes se verán en los tribunales ya que la funeraria considera que ya ha pagado por su error.